jueves, 23 de diciembre de 2010

Capitulo 30

Mientras tanto, a unos 20 minutos de la casa de los chicos, Tom y Vir acababan de salir del cine. Después de casi un cuarto de hora intentando elegir película, al final habían decidido ver La red social, la peli sobre el creador de Facebook.
Tom: Bueno, pues ha estado bien la peli, ¿no?
Vir: La verdad es que si. Además, solo por ver a Justin Timberlake ya merece la pena, aunque la peli fuese un peñazo.
Tom: XD
Vir: Pero, ¡qué hago! Tengo a Tom Fletcher al lado y me pongo a pensar en Justin Timberlake. Con la de chicas que darían lo que fuera por estar en mi lugar.
Tom: Haha. Estoy seguro de que también muchos chicos darían lo que fuera por estar en el mío.
Vir: Lo dudo... Bueno, ¿vamos a cenar algo? I WANT SOME FOOD!!!!!!!- gritó Vir imitando a Tom en ese vídeo tan gracioso.-
Tom: XD Esa frase es mía.
Vir: Lo se. Haha. ¿Vamos?
Tom: Claro. Elige restaurante. Yo invito.
Vir: Mmm... ¡Burguer King!
Tom: ¿Burguer King? Pues me vas a salir barata... osea, quiero decir por la cena y tal... no me malinterpretes.
Vir: Haha. Tranquilo, te he entendido.
Los dos empezaron a caminar en dirección al restaurante mientras hablaban, se reían y se miraban a los ojos sonriéndose tímidamente. Cuando llegaron al restaurante, Tom dio dinero a Vir y le dijo que pidiera por él mientras buscaba la mesa más apartada que hubiera. Cuando Vir terminó de pedir buscó a Tom. Al principio no lo encontraba, hasta que éste le hizo señas desde una mesa lejana. Mientras se acercaba a la mesa, Vir podía sentir como le temblaban las piernas. Últimamente le pasaba mucho, en realidad, cada vez que estaba cerca de Tom. Va a ser que sus amigas tenían razón: Tom le gustaba, y mucho.
Tom: Hay hambre, ¿eh?
Vir: Ya te digo. Tengo tanta hambre que me comería a Dios por una pata.
Tom: ¿Qué?
Vir: No, nada. Es una frase que decimos en España. Haha.
Tom: Ah, OK. Estamos aprendiendo muchas cosas de España con vosotras.
Vir: Y nosotras de Inglaterra.
 "Y más que me gustaría aprender a mí"
Siguieron charlando mientras cenaban: Tom hacía alguna tontería con la comida para hacer reír a Vir, ésta se sonrojaba con algún piropo de Tom, y así continuaron durante media hora más. Cuando terminaron de cenar:
Vir: ¿Nos vamos? Ya son las once y yo mañana tengo que madrugar.
Tom: Sí, claro. Te acompaño hasta tu casa, ¿no? Porque no creo que las chicas están todavía en la mía.
Vir: Sí, seguramente ya se hayan ido. Vale, vamos a mi casa.
Cuando salieron del restaurante había empezado a llover. Bueno, llover, mejor dicho, diluviar.
Vir: ¡Mierda! Se me va a poner el pelo palomita.
Tom: Yo no tengo otro día mejor para dejar el coche en casa que hoy. De verdad, qué mala suerte.
Vir: Pues habrá que ir corriendo. Haha.
Tom: Sí, qué pena. Vamos a estar menos tiempo juntos.
De nuevo esa sonrisa que dejaba a Vir sin respiración.
Vir: Bueno, ¡vamos!
Y salió corriendo en dirección a su casa. Tom se puso a correr detrás de ella y en unos segundos ya la había alcanzado. Siguieron corriendo entre risas y empujones, y cuando se quisieron dar cuenta ya estaban enfrente de la casa de Vir.
Tom: Ya estamos aquí.
Vir: Si...Tom... me lo he pasado muy bien.
Tom: Yo también. Así que... habrá que repetirlo.
Vir: Por supuesto. Cuando quieras.
Durante unos segundos se hizo un silencio un tanto incómodo para ambos.
Vir: Bueno, entro dentro, que así a lo tonto me estoy calando. Espera, que te saco un paraguas.
Vir se dio la vuelta para abrir la puerta, pero Tom la agarró del brazo y la atrajo hacia sí, quedando pegados el uno al otro.
Tom: Creo que tenemos algo pendiente...
Poco a poco fue acercando sus labios a los de Vir hasta que se fundieron en ese beso tan esperado por ambos. Los dos tenían los ojos cerrados. Tom abrazaba a Vir por la cintura para mantenerla junto a él y Vir tenía las manos entrelazadas sobre el cuello de Tom. La lluvia seguía cayendo sin cesar sobre ellos, pero a ninguno de los dos parecía importarle mucho. Se fueron separando entre risas.
Vir: ¡Nos estamos calando!
Tom: No me importa.
Y la volvió a besar, esta vez con más confianza.
Vir: Tom, tengo que entrar. Mañana tengo que levantarme a las ocho. Encima no creo que pueda dormir, y todo por tu culpa. ¿Por qué tienes que ser tan perfecto?
Tom: Porque mi madre me hizo así. XD. Está bien, te dejaré ir. Pero solo con una condición: tienes que soñar conmigo.
Vir: Buf... te aseguro que lo voy a hacer. Haha.
Tom: A ver si es verdad. Dame otro beso, que me voy.
Vir: Espera un momento.- Vir entró en casa y salió de nuevo con un paraguas verde.- Toma, anda. Para que mi niño no se ponga malito. Además es tu color favorito.
Tom: Gracias, mamá.- dijo Tom imitando la voz de un niño.- El nene necesita un beso.
Y Vir, por supuesto, se lo dio.
Ambos se despidieron deseando que llegara el día siguiente para volverse a ver.
Cuando Vir entró en casa, sus amigas la esperaban en el salón, expectantes.
Nerea: ¡Aquí llega la señora de Fletcher!
Vir: ¡Qué fuerte! ¿Habéis estado espiándome?
Miriam: ¿Nosotras? Que va.
Vir: Ya... Ay, chicas, no me lo puedo creer. ¡Tom Fletcher me ha besado!
Sonia: ¡Y a mí Danny Jones!
Vir: ¿Qué dices? ¿Por fin?
Sonia: Si. Y ha sido increíble.
Miriam: ¡Pero, tía! Si estás calada.
Vir: ¡Ya ves! Vamos a mi habitación y en lo que me cambio hablamos.
Las cuatro amigas subieron a la habitación , donde siguieron con el relato de aquella tarde-noche inolvidable para todas. Cuando se quisieron dar cuenta ya eran las doce y media.
Vir: ¡Pero, chicas! Que yo me quería ir a la cama. A ver si no he estado más tiempo con Tom porque tenía que madrugar y ahora me vais a tener vosotras aquí de cháchara.
Vir se metió en la cama mientras Nerea, Sonia y Miriam salían de la habitación.
Sonia: ¡Hasta mañana, Vir!
Nerea: ¡Hasta mañana!
Miriam: ¡Que duermas bien!
Vir: ¡Hasta mañana, chicas!... Achís.
A la mañana siguiente, el despertador sonó a las ocho, y medio minuto después sonó el móvil de Vir. Ésta lo cogió y sin mirar el número, contestó:
Vir: ¿Si?
Tom:
I'll be your man through the fire
I'll hold your hand through the flames
I'll be the one you desire
Honey, 'cause I want you to understand
I'll be your man
¿Qué tal ha dormido mi niña?
Vir: Mal. Tengo un catarrazo que no me tengo. Pero oírte me sienta bien.
Tom: ¿Te gusta la canción? Está en el nuevo disco.
Vir: Si. Me encanta. Aunque no tanto como tú.
Tom: Oooohhhh. ¿Quieres que te lleve a clase?
Vir. No, si no voy a ir. Estoy hecha polvo. Me voy a quedar en la camita calentita.
Tom: OK. Si necesitas algo me llamas. Te quiero.
Vir: Y yo a ti. Venga cuelga.
Tom: No, cuelga tú.
Vir: No, tú.
En ese momento, Miriam entró en la habitación, le quitó el móvil a Vir y colgó.
Miriam: De verdad, no podéis ser más empalagosos.
Vir: Tú siempre tan poco romántica. Si es que...
Miriam: ¡Coño! Que mala cara tienes.
Vir: Como que me he pillado un trancazo cojonudo. Creo que tengo fiebre, así que no voy a ir a clase.
Miriam: OK. Nosotras nos vamos. Besitos.
Cuando sus amigas se fueron, Vir se quedó dormida de nuevo. Pero por poco tiempo, ya que media hora después llamaron al timbre.
Vir: Noooo. ¿Quién será ahora?
Bajó al salón en pijama y fue a abrir la puerta. Cuando vio a Tom al otro lado de la puerta se escondió detrás de ella.
Vir: ¿Qué haces aquí?
Tom: Vengo a ver a mi enfermita. Te traigo muchas cosas.
Vir: Pero Tom, eso se avisa, que mira qué pintas tengo.
Tom entró y observó el pijama de Mickey Mouse de Vir.
Tom: Pero si estás guapísima. Me encanta tu pijama.
Vir: Si, ya sabemos que te gusta mucho Disney, pero dame cinco minutos y me cambio.
Tom: No, no, no. Tú siéntate en el sofá, tápate con la manta y relájate, que yo te voy a preparar un vaso de leche caliente con miel.
Vir: No me gusta la miel, ni la leche. Mejor échale Cola-Cao.
Tom: Me da igual. Te lo tienes que tomar.
Tom se dirigió a la cocina a prepararlo todo. Cuando volvió al salón llevaba en sus manos una bandeja con una taza y un gran croissant.
Vir: No pretenderás que me coma todo eso, ¿verdad? Mira que si como algo, vomito.
Tom: Si lo comes despacito, no. Venga, a desayunar.
Vir: Jobar. Eres peor que mi abuela. Bueno, ¿qué más has traído?
Tom. Una peli.
Vir: Oh, Dios. Dime que no es una de Star Wars.
Tom: Pues...si. ¿Qué pasa? ¿No te gusta?
Vir: Mmm...no mucho, la verdad.
Tom: Bueno, no importa. Vemos un cachito, nada más.
Vir: OK. Pero te aviso que a lo mejor me quedo dormida.
Y, efectivamente, cuando no llevaban ni media hora de película, Vir se quedó dormida con la cabeza apoyada sobre las piernas de Tom.
Cuando Sonia, Nerea y Miriam volvieron de la Universidad la estampa que se encontraron era esta: Tom, emocionadísimo, no quitaba ojo de la pantalla ya que la peli estaba ya en la última media hora; y Vir, enroscada en la manta, dormía como un lirón.
Sonia: ¡Estáis viendo Star Wars!
Tom: Ssshhh. -he hizo un gesto con el dedo indicando a Sonia que hablase más bajo para no despertar a Vir.
Las tres se unieron a Tom y los cuatro acabaron de ver la peli juntos. Cuando Vir se despertó se los encontró medio llorando.
Vir: Pero, ¿qué os pasa?
Tom: Es que es tan triste. Pobre reina Amidala...
Nerea: Por no hablar de Anakin... ¡Dios, qué pena!
Vir: ¡Vaya cuatro frikis!
Por fin la peli acabó.
Tom: Chicas, yo me tengo que ir ya. ¿Nos dejáis a solas para despedirnos?
Miriam: ¡Cómo no! Vamos chicas, ayudadme a hacer la comida.
Cuando estuvo seguro de que estaban solos, Tom se lanzó a besar a Vir. Ésta intentó apartarse.
Vir: ¿Qué haces? Te puedo pegar el catarro.
Tom: Me da igual. Quiero besarte.
Los dos se fundieron en un cálido beso mientras los gérmenes campaban a sus anchas de una boca a otra. Cuando se saciaron, Tom cogió la película y se despidió de las demás.
Sonia: Esta tarde quedamos todos, ¿no?
Tom: ¡Claro! Tarde de parejitas. Haha. Bueno, hasta luego.- y se fue, no sin antes lanzarle otro beso a Vir.
Miriam: ¿Os lo podéis creer? Hace unos menos de dos meses no conocíamos a McFly, en persona, quiero decir, y ahora somos sus novias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario