miércoles, 28 de diciembre de 2011

Capitulo 71

Los días se iban haciendo más cortos, el veranos se estaba acabando y no a gusto de todos. Intentaban aprovechar los pocos días que les quedaban para afrontar otro otoño, esta vez más difícil que el anterior. Con la ausencia de Virginia, Tom estaba ausente y triste, en ocasiones, intentaba ser positivo, pero el mero hecho de estar lejos de ella se lo impedía.

Danny: ¡Buenos días! ¿Cómo te has levantado hoy?
Tom: No muy bien, creo que incluso me he pillado un resfriado y tengo fiebre.- Dijo sonándose la nariz.
Danny: A ver… - levantó el brazo- Pues sí parece que estas malo.
Sonia: ¿Qué pasa aquí?
Danny: Tom, que debe de estar malo.
Sonia: ¿Sí? ¡Pues te voy a hacer uno de mis famosos batidos de Vita C que veras que bien te sientan!
Tom: No déjalo Sonia si ya me encuentro mejor- exclamo temiendo lo que Sonia fuera a preparar.
Danny: ¡Tú te vas a tomar el batido ese, hombre que estas en mi casa!
Tom: Bueno vale…

Sonia se esmeró en preparar el mejor de los batidos, o el único que sabía. Llevaba zumo de naranja, leche condensada y decorado con una pajita.

Sonia: ¡Ya está! Pruébalo.

Danny y Sonia miraban impacientes a Tom que se tomaba ese brebaje.

Sonia: ¡Debe tomarse frio, pero como andas malo no lo he enfriado! ¿Qué tal está?
Tom: ¡Muy bueno, rico, rico! Habría que patentarlo.
Sonia: haha me alegro que te guste, bueno me voy a ir que he quedado con las chicas para recoger lo último del piso y entregarle las lleves al dueño.-dijo marchándose.
Danny: ¿Rico no?
Tom: ¡aja!
Danny: ¡Venga no me vaciles que ya me lo hizo una vez y sabe a mierda!
Tom: A mí me ha gustado.
Danny: Pues va a ser verdad que estas malo, pero que muy malo.

Una vez iba pasando la mañana las chicas habían recogido las ultimas cosas del piso, habían quedado con el dueño para entregarle las llaves y después ir a comer todos juntos e intentar animar algo a Tom.

Nerea: ¿Seguro que habíamos quedado a las 12?
Miriam: ¡Vuelta la burra al trigo! ¡Que sí!
Nerea: ¡Pues aquí no aparece! ¿Tú lo ves por alguna parte?
Miriam: Yo no, ¿tu Sonia?... ¡Sonia!
Sonia: ¿Queee? No te escuchaba…
Nerea: Otra vez en la Babia… mira que ganas de acabar ya esto de una vez.
Miriam: Tengamos la fiesta en paz, ya aparecerá y si no le llamamos y punto. ¿Quién tiene las llaves?
Nerea: Sonia
Sonia: Nerea.
Nerea: Mentira.
Sonia: Verdad.
Miryam: ¡Darme paciencia! Mirar en los bolsillos…
Sonia: Yo no las tengo.
Nerea: Yo tampoco.
Miriam: ¡A coño si las tengo yo!

Nerea se puso furiosa e intentaba hacer amagos de pegarla, mientras Sonia sujetaba a la fiera como podía.

Nerea: Mira yo te mato. ¡Toma esta!
Sonia: ¡ahhh! Pero ¿porque me pegas a mí? Siempre acabo recibiendo yo, no es justo.
Miriam: haha bueno chicas comportaros que ya viene el casero, recordar seriedad.
Nerea: ok
Sonia: se hará lo que se pueda.
Nerea y Miriam: ¡Sonia!
Casero: Buenos días señoritas, habíamos acordado quedar a las 12 para la entrega de llaves y corroborar el estado de la casa ¿no es así?
Nerea: a las 12 cabrón que tienes hora de España que es la una ya- dijo entre dientes mientras sonreía y ponía cara de niña buena.
Miriam: Si, así es, ¿vamos a ello?
Casero: ¡Vaya, es así como hablan los jovencitos de hoy en día! Pues bien vayamos a ello.

El casero se dio la vuelta haciendo el amago de entrar por la puerta, Sonia, Miriam y Nerea no pudieron evitar hacerle muecas mientras el no miraba y decir "¡Joseph!" mientras giraba la llave de la casa.
El "Joseph" comprobaba que todo estuviera en orden, para en caso del ok, poder devolver la fianza a las chicas, pero iba sacando faltas a cada paso que daba.

Casero: Aquí se ha quitado la pintura.
Nerea: hahah si eso fue un día que Doug se emocionó tocando y le dio sin querer.

El casero subió una ceja y puso cara de importarle bien poco.

Casero: la cocina esta quemada.
Sonia: ¿Quién iba a saber que el agua y el aceite caliente no se llevaban bien eh? Haha.

El casero volvió a subir la ceja.

Casero: el sofá tiene una mancha.
Miriam: ¡Eso no tiene explicación ya estaba así!-dijo moviendo los ojos de un lado a otro.
Sonia y Nerea: ¡Puagg!

Subida de ceja.

Casero: y aquí hay una mancha en el suelo de vino.
Miriam: Fue Messi, corría detrás de Marvin y le tiro la copa a Vir.

Las chicas se quedaron cabizbajas y tristes. Cada rincón de la casa llevaba su marca o la de Virginia, su amiga se había ido y el hecho de estar otra vez las tres solas, las comía por dentro, ya les daba igual si el casero les devolvía la fianza o no, solo la experiencia que habían vivido valía cada uno de los centavos de la fianza.
Llegaron las dos de la tarde y las tres esperaban a que los chicos llegaran con la furgoneta del padre de Tom. Lo cierto es que la espera no se les hizo larga pues nada más irse el casero los chicos se presentaron pitando como si de gitanos se tratara.

Danny: Ya están aquí los gitanos ingleses ¿"ande" le dejo la "fregoneta"?
Nerea: ¡Danny hijo déjalo, ya hablas mal de por sí!
Danny: ¡Pues no es "fisna" ni nada la españolita esta!
Harry: Déjala Danny, que ya sabe más ingles que tú y que yo…
Nerea: Que Danny si, que tu no se…
Miriam: No la hagáis caso, esta en eso días del mes.
Nerea: Yo no esto en ningún mes, ¿vale?, solo estoy triste.
Nerea comenzó a llorar.

Miriam: Nerea, que no iba enserio, lo siento.
Nerea: No es por eso, es que no me quiero ir, ¡joo que voy a vivir con un tío!
Dougie: ¡Gracias!
Nerea: ¡Jolín que no es por eso tampoco! Me da pena irme y más sin Virginia.

Todos se abrazaron, sus vidas tomaban un rumbo diferente, Virginia se había ido y había que asumirlo, la vida seguía y tenían que afrontarla como fuese. Montaron todos en la furgoneta y se fueron rumbo a casa.
La comida fue coser y cantar disfrutaron de las risas, la comida y la compañía. Tom hacia lo posible por olvidar lo ocurrido por un momento y disfrutar también. Al final cada uno volvió a su hogar feliz como niños de pecho. Ya por la noche a las 12 exactamente cuándo Danny y Sonia recogían la mesa tras la cena y Tom ponía los platos en el lavavajillas el teléfono sonó. Era Virginia.

Tom: ¡Yo voy!-Exclamo mientras corría al salón- ¿Sí?
Virginia: ¡Hola mi amor!
Tom: ¡Hola! ¿Qué tal?
Virginia: Pues bien, como ayer cuando te llame, o antes de ayer, haha ¿y tú? ¿Te curaste?
Tom: Si, estoy mejor, pero si estuvieras aquí...
Virginia: haha ¡ya! Bueno cuéntame algo, ¿Qué hiciste hoy?
Tom: Hicimos una cena para despedir el verano, y hemos estado hablando de Halloween.
Virginia: Jo me estoy perdiendo muchas cosas.
Tom: ¿porque no vuelves?
Virginia: No puedo.
Tom: Pero yo te necesito aquí.
Virginia: Dejémoslo como esta, ¿Vale?
Tom: Ok, bueno te llamo mañana ¿Vale?
Virginia: Vale, pero ¿no te has enfadado no?
Tom: ¡No! Te quiero chao.

Tom colgó antes de que Virginia pudiera oírle llorar, resbalo en la pared y toco el suelo, se sentía mal, no sabía que le ocurría a su relación, lo que si sabía es que la distancia lo estaba matando. 

Danny: ¿Te encuentras bien tío?
Tom: No, ¿Cómo te sentirías si el amor de tu vida estuviera a cientos de kilómetros lejos de ti?
Danny: Mal
Tom: Pues eso…
Danny: De aquí podría salir una canción.

Tom esbozo una sonrisa.

Tom: Si la primera estrofa seria; quiero morirme si no estás aquí, no se vivir sin ti, porque tú ya no estás aquí, te llevo soledad en mi…
Danny: Intenso, ¡Jo!… ¿Qué puedo hacer para animarte?
Tom: Lo sabes de sobra, tráeme a Virginia, pero parece imposible, como si ella quisiera irse, le ofrecí pagarle yo la matrícula y me rechazo, ¿quién rechaza eso?
Danny: No lo sé…se sentiría incomoda, ya sabes por el dinero
Tom: A mí eso me da igual, me sobra y ella lo sabe, no lo entiendo y eso es lo que me hace sentirme mal y el hecho de estar separado de ella lo complica más.
Danny: Y por qué no hablas con ella de esto.
Tom: ¡Sabes que te digo que tienes razón, mañana la llamo!

Tom se fue a la cama convencido de lo que le tenía que decir a Virginia, por la mañana pensaba llamarla y solucionarlo todo. Al día siguiente Tom cogió todo su valor y marco el teléfono del móvil de Vir.

Vir: ¿Sí?
Tom: Vir tengo que hablar contigo.
Vir: Me has despertado, ¿Qué ocurre?
Tom: Perdona no había caído en que son las 07:00 de la mañana. Veras he pensado que no tienes por qué sentirte mal en que yo te pague la matrícula de la universidad, a mí el dinero me sobra y si lo gasto en ti será dinero bien gastado, estarás conmigo y además te sacas el grado.
Vir: Es un detalle por tu parte -dijo antes de que Tom la interrumpiera.
Tom: ¡Sí! Lo sé es puro caballerismo, venga pues llamo a la universidad.
Vir: Tom déjame hablar y terminar la frase, es un detalle pero no, es un hecho que lo que más deseo es seguir estudiando allí y estar contigo y con los chicos y las chicas pero ya no es posible, el curso va a empezar y el plazo acabo hace una semana.
Tom: Da igual tengo contactos, hablare con ellos.
Vir: De verdad Tom, es imposible… dejémoslo como esta, mira me he puesto a trabajar y estoy ahorrando para que el año que viene pueda estar allí.
Tom: Yo no puedo esperar un año.
Vir: Pues inténtalo, además iré en Nochevieja, Semana Santa, los puentes y podremos pasar todo el verano juntos.
Tom: No puedo Vir. La distancia me mata, pienso que no quieres estar conmigo, que te has cansado de mi… y prefieres escapar y dejarme aquí solo.
Vir: ¿Tom, te estas escuchando?, sabes de sobra que las cosas no son así, yo te quiero como a nadie en mi vida, es más si fuera por mí nos casaríamos, pero la vida es difícil y a veces pone baches, este tenemos que pasarlo juntos.
Tom: Pues a mí este bache me supera demasiado, está muy por encima de mí y sigo pensando que no quieres estar conmigo, lo siento pero la distancia me supera yo no puedo.
Vir: ¡¿Porque?!
Tom: No lo sé…-dijo mientras dejaba caer las lágrimas por su hoyuelo.
Vir: ¿Estas cortando conmigo?-Pregunto impresionada.
Tom: Creo que si… dejémoslo es lo mejor.
Vir: ¿Lo mejor para quién? Tom me estas asustando, ¿no hablas enserio verdad?
Tom: Es lo mejor para los dos y si, hablo totalmente enserio.

Vir colgó de golpe, no se podía creer que Tom cortara con ella, las lágrimas le salían a borbotones por los ojos y un temblor le recorría el cuerpo. Estaba completamente destrozada.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Capitulo 70


Fueron llegando poco a poco a casa. Virginia y Tom fueron los primeros en llegar. Tuvieron que pasar por casa de Debbie, la madre de Tom, para recoger a Messi. El perro se puso muy contento al averiguar que tenia un nuevo compañero de juegos. Después Tom llevó a Virginia hasta su casa y la ayudó a subir las maletas. Era ya casi mediodía cuando aparecieron por la puerta Nerea y Sonia con Danny y Dougie.

Nerea: aaaaaahhhhh ¡¡¡Baja de encima mío!!! ¡Virginiaaaaaaa!

Virginia apareció en la entrada y vió que Nerea estaba corriendo como loca por la entrada de la casa con Elliot detrás de ella. No pudo por más que reírse de la escena.

Vir: hahahahah Pero si no hace nada.

Cuando Nerea se cansó de correr parecía que Elliot se había calmado o se había aburrido de perseguirla.

Nerea: Yo no me río. ¿No tenías suficiente ya con el chucho, las tortugas y Sonia, que ahora tienes que meter a otro animal más?
Sonia: ¡Oye! Que mis tortugas son bien monas.
Nerea: Ves, ella no se da por aludida –le dijo por lo bajini a Virginia.
Vir: haha Pero, ¿cómo es que venís todos juntos?
Nerea: Pero, ¿no te ha dicho Tom dónde hemos estado?
Vir: Pues no.
Sonia: aaaah Hemos estado los cuatro en Nueva York. No veas el susto que me llevé cuando vi a ésta en el hotel…
Nerea: Perdona, pero ÉSTA tiene un nombre, ¿vale?
Vir: No lleváis ni cinco minutos en casa y ya estáis discutiendo. Cómo lo he echado de menos.
Sonia: Yo también te he echado de menos.
Nerea: ¡¡Oh, no!! Ya empezamos.

Y Nerea se vió aplastada por las dos mientras les hacia gestos a los otros dos, que se estaban riendo con la escena.

Dougie: Nosotros ya nos vamos.
Danny: Si, que Tom tiene que estar subiéndose por las paredes.
Nerea: ¡¡Cobardes!!¡¡ Huir mientras podáis, pero antes sacarme de aquiiiii!!
Dougie: Luego te llamo pasa asegurarme de que estas viva.

Después de que Nerea consiguiera salir del abrazo, las tres amigas se sentaron a comer. Estaban en ello cuando Miriam apareció.

Miriam: ¿Hola? Hay alguien?

De repente se vio envuelta en un torbellino castaño, eran Sonia y Virginia que la estaban espachurrando.

Harry: Pues tenías razón… -comentó por lo bajini.
Nerea: ¿Qué tal, Harry? ¿De qué estás hablando?
Harry: De nada, de nada… Pues la verdad es que genial. ¿Y tú?
Nerea: Bien. Todo genial. Ya sabes, con Dougie no hay quien se aburra.
Harry: Ya me imagino haha. Bueno, dejo las maletas aquí. Me voy ya que estoy agotado.
Nerea: Hasta luego y descansa –le dijo mientras salía por la puerta. Después se giró hacia sus amigas- ¿Podéis dejar a Miriam ya? ¡¡¡Que la estáis asfixiando!!!
Miriam: Si, por favor –sus dos amigas se separaron de ella- Gracias.
Sonia y Virginia: ¡Aguafiestas!
Nerea: ¡¡¡Hola, Miriam!!! –dijo saludando a su amiga e ignorando a las otras dos.

Esa tarde se contaron todas las batallitas que les habían ocurrido. Todo eran risas, pero Miriam se puso seria de repente. Creyó que cuanto antes se quitara de en medio la noticia de Harry mejor que mejor.

Miriam: Os tengo que decir algo –respiró hondo y soltó todo de golpe- Harry me ha propuesto irme a vivir con él y yo he dicho que sí.

Sus amigas se quedaron paralizadas. No sabían que decir.

Miriam: ¡Oh, no! No os gusta la idea, ¿verdad?

Seguían sin reaccionar.

Miriam: ¡¡¡Por Dios!!! Decid algo!!
Sonia: Oooh ¡¡Qué mono es!! ¡Enhorabuena! –y se tiró encima de Miriam para abrazarla.
Vir: Estoy súper contenta.
Nerea: Me alegro por vosotros.
Miriam: ¿En serio? ¿No os parece mal?
Vir: Pero, ¿cómo nos va a parecer mal? ¿Estás tonta?

Todas estaban contentas por Miriam, pero Virginia también tenia algo que decirles.

Vir: Chicas, yo también tengo que contaros algo.

Todas la miraron. Virginia estaba seria y con cara tristona. Sus ojos se empezaron a poner cristalinos.

Miriam: Vir, ¿qué pasa?
Vir: ¿Os acordáis que fui a hablar con el rector hace ya un tiempo por lo de mi beca?
Nerea: Sí, ¿y?
Vir: Pues que hace un par de días me llamó y me dijo que no se había podido renovar.
Sonia: ¿Qué quieres decir con eso?
Vir: Que el año que viene no voy a estar aquí. Me tengo que volver a España.

Virginia no pudo contener más las lágrimas. Sonia enseguida la abrazó mientras Miriam le decía palabras de consuelo. Nerea no podía creerlo, se había quedado paralizada.

Nerea: Pero, tiene que haber alguna forma de que te quedes. Tiene que haber algo.
Vir: La única solución es pagar la matrícula, pero mis padres no pueden permitirse algo así. Y no, no pienso pedirle a Tom que me la pague. Ya se ha ofrecido y le dije que no.
Nerea: Pero, ¡esto no puede acabar así! ¡No de esta manera! Seguro que encontramos algo, si todas reunimos dinero seguro que podemos…
Vir: No Nerea, no pienso aceptar vuestro dinero.

Nerea no podía creer lo que estaba oyendo. Subió corriendo las escaleras hasta su habitación y se desahogó de la única manera que sabía, con música. Abajo, Virginia lloraba todavía más, no se esperaba esa reacción por parte de su amiga,

Miriam: suuuuhhh Tranquila. Ya sabes como es, no le gusta que la veamos llorar. Seguro que se le pasa enseguida y baja.
Vir: Si lo sé, pero aun así…
Sonia: Es todo cosa del trastorno explosivo intermitente que tiene.
Vir: XD Gracias por estar conmigo, las tres.
Miriam: Ya tu sa… para lo que quieras.
Sonia: En lo bueno y en lo malo.
Miriam: No sabía que estábamos casadas.
Vir: Ooohh Os voy a echar de menos.

Las tres se abrazaron entre risas y algún que otro llanto. Al rato, bajó Nerea y fue directa a abrazar a Virginia.

Nerea: Perdona, no debería haberme puesto así.
Vir: Mira que eres burra a veces.
Nerea: Lo se. Pero aun así me quieres haha

Virginia la dejó de abrazar sabiendo que ya estaba todo arreglado.

Las semanas iban pasando. Los chicos daban todos los conciertos  que tenían programados y las chicas los acompañaban a todos los que podían ya que se habían puesto a trabajar de forma temporal para ahorrar un poco de dinero. Se acercaba, poco a poco, el 14 de Agosto, cumpleaños de Nerea, y habían decidido irse una semana de vacaciones a España. En concreto se habían decantado por Gandía y de paso, ya que iban, celebraban el cumpleaños allí.
La semana llegó. Estaban todos emocionadísimos con la idea de pasar una semana en la playa disfrutando del tan ansiado sol español.
Cuando llegaron a Gandía lo primero que hicieron fue ponerse el bañador y bajar a la playa. Algunos se metieron en el agua y otros se quedaron en las toallas.

Tom: Esto es vida.
Sonia: ¡Ni que lo digas!
Danny: Creo que podría vivir en un sitio como este para siempre.

Una sombra apareció delante de ellos quitándoles el sol.

Nerea: ¿Por qué no os metéis en el agua? Esta buenísima –afirmó a la vez que mojaba a Sonia con su pelo.
Sonia: aaahhh Pero si está helada.
Nerea: bah Vosotros os lo perdéis –y salió corriendo hacia el mar.

El resto de días fueron más o menos igual. Iban a la playa, tomaban el sol, algunos se quedaban en la piscina, otros paseaban por el pueblo, etc.
Llegó el Sábado. Decidieron, ya que el Domingo tenían que volver a Londres, celebrar el cumpleaños de Nerea esa noche. Compraron una gran tarta de mousse de chocolate, un par de velas  y unas pizzas y fueron a la playa a celebrarlo. Bailaron al son de la música que tenían o que ellos cantaban. Cuando fueron las 12 de la noche, entre todos le cantaron el cumpleaños feliz y ella sopló las dos velitas que marcaban sus 19 años pidiendo un deseo:
“Por favor, que esto que tengo no se acabe nunca”
Después llegó el turno de los regalos. Tom, Danny y Harry le regalaron un iPhone con una carcasa personalizada con una foto de los 8 juntos.

Nerea: ¡¡Hala!! ¡¡¡Esto es demasiado!!! No lo teníais que haber hecho. Me da miedo hasta tocarlo no vaya a ser que se rompa. ¡Que yo tengo muy mala suerte con la tecnología!
Tom: No creo que seas peor que Dougie o que Harry.
Nerea: Jooooo. ¡Muchas gracias, chicos! –y los abrazó y besó a todos.

Ahora era el turno de las chicas. Le entregaron un pequeño sobre. Lo abrió y se encontró con un vale para una sesión de masaje en un spa.

Nerea: ¡Muchas gracias, chicas! La verdad es que lo necesitaba.
Sonia: Es para que nos vengas más relajada.
Nerea: Muy graciosa.

Las abrazó a todas y les dio dos besos para agradecérselo.

Dougie: Pues ahora me toca a mí. Toma. ¡Felicidades!
Nerea: Gracias.

Abrió el gran paquete que le entregaba Dougie. Era una gran funda de un bajo morado intenso firmado por todos sus amigos con rotulador plateado. Nerea abrió mucho los ojos impresionada. Creía que se iba a quedar sin respiración!

Nerea: ¡¡¡¡Me va a dar algo!!!! Es precioso –lo sacó de la funda con cuidado- Me encanta.

Se acerco más a su novio y le dio un gran beso.

Sonia: ¡Es fantástico! Ya podemos hacer mejores covers.
Nerea: hahahah ¡Es verdad! Les podemos tocar  nuestra versión de Party Girl.
Sonia: Siii.
Miriam y Virginia: NOOO.
Chicos: hahaha

Sonia se estaba acomodando la guitarra de Danny, cuando Dougie dijo.

Dougie: ESPERAR!! Que queda otro regalo –y sacó la típica cajita de anillo de compromiso- Cuando veas lo que hay dentro espero que digas que sí.

Nerea estaba acojonada. Todos la miraban expectantes y algunos con cara de sorpresa. Ella no podía creerse que esa caja pudiera contener lo que ella estaba pensando. No podía ser verdad que le estuviera pidiendo eso,  no allí, en ese momento.
Abrió la cajita lentamente y apartando la vista. Una vez  la caja estuvo abierta, miró y suspiró aliviada cuando no se encontró un pedrusco en medio de ella. En lugar de un anillo, había una llave. La sacó, la colocó en su mano y miró a Dougie.

Dougie: ¿Y bien? ¿Quieres vivir conmigo?

Todos los estaban mirando, esperando una respuesta por parte de ella que parecía  que nunca iba a llegar.

Dougie: Sé que puede parecer precipitado, pero realmente quiero vivir contigo y …
Nerea: Si, sí que quiero.

Esta vez fue Dougie el que se quedó sin habla.

Dougie: En… ¿en serio?
Nerea: ¡Si, en serio! –le dijo sonriendo.
Dougie: No sabes lo que te quiero – y la abrazó y besó con todas sus ganas.

El resto, que habían presenciado la escena, estaban súper emocionados por los dos y los felicitaron.

Nerea: Muchas gracias a todos por esta gran noche. No hubiera sido lo mismo sin vosotros, os debo mucho. Dios, me estoy emocionando. Resumiendo: os quiero mucho a todos.
Sonia: ¿Estás borracha?
Nerea: No…. Bueno, a lo mejor un poco hahaha ¡¡Que continúe la fiesta!!

Estuvieron durante un par de horas más en la playa antes de volver al hotel. Allí, Nerea celebró su cumpleaños con Dougie de forma más privada.
Por la mañana disfrutaron de su último día en la playa. Sus caras no eran precisamente de felicidad. El hecho de que Vir no pudiera volver a Londres con ellos les había afectado más de lo que ellos querían reconocer. Estaba siendo un cumpleaños agridulce para Nerea.

Nerea: ¿En serio no puedes quedarte en Londres hasta que comience el curso?
Vir: No. Sería alargar la despedida y no quiero. Prefiero hacerme a la idea de que tengo que vivir aquí.
Miriam: Mira que no renovarte la beca. Con las notas que has sacado.
Vir: Ya sabes cómo van las cosas en este país, se recorta por donde no se debe hacer.

Sus amigas estaban muy apenadas con su marcha, pero Tom estaba destrozado. La noticia le había sentado como un balde de agua congelada. No se separaba ni un momento de ella. Quería pasar el mayor tiempo posible con ella. Le había ofrecido una y mil veces pagarle la matrícula pero Virginia se había negado en rotundo.

Vir: Bueno, dejemos la tristeza para otro momento y disfrutemos de lo que queda de día.

Según iban pasando las horas el tiempo parecía que había predicho la marcha de Virginia, porque el cielo se estaba poniendo cada vez más negro.
Se encontraban en la estación de trenes y el tren de Virginia salía antes que el del resto. Cuando llegó el momento de la despedida la tristeza se palpaba en el ambiente.

Miriam: No quiero hacer esto. No puedes irte.
Vir: Yo tampoco quiero irme.
Nerea: Pues no te vayas.
Sonia: Con lo que nos costó llevarte hasta allí y ahora te tienes que quedar aquí.
Vir: ¿Por qué me lo hacéis tan difícil?

Todas estaban al borde de las lágrimas. La emoción les pudo. Acabaron todas abrazadas llorando como magdalenas.

Vir: Os voy a echar muchísimo de menos –dijo entre sollozos.
Miriam, Nerea y Sonia: Y nosotras a ti.

Vir dirigió la mirada hacia Danny, Dougie y Harry.

Vir: A vosotros también os voy a echar de menos. Cuidádmelas, por favor. Que ahora nadie las va a controlar –les dijo mientras los iba abrazando uno a uno.
Harry: Tranquila, nosotros nos encargamos.
Vir: Gracias.

Entonces se giró hacia Tom. Las chicas se alejaron abrazadas a sus novios para dejarles un poco de intimidad.

Vir: No quiero dejarte – dijo entre un mar de lágrimas.
Tom: No tienes por qué hacerlo, ya lo sabes.

Virginia no quiso contestar, simplemente se abrazó a él disfrutando de los últimos instantes junto a él. Se acabaron besando como nunca lo habían hecho. Con mucho esfuerzo los dos se separaron y Virginia entró dentro del tren que la alejaría de lo que más quería.
Tom se reunió con sus amigos. Estaba más que destrozado. Los chicos trataron de animarlo pero parecía que Tom no los escuchaba. Su vuelta a Londres fue verdaderamente triste. Nadie decía una palabra. Al llegar a la ciudad Miriam y Harry se fueron a su casa, Sonia y Nerea se fueron a la suya y Tom, Dougie y Danny al piso que estaban compartiendo.
Al día siguiente Nerea se encontraba recogiendo todas sus cosas junto a Sonia que iba a irse a vivir a casa de Danny, al igual que Tom, para superar el mal trago, ya que iban a dejar el piso alquilado.

Nerea: Me da pena dejar esta casa
Sonia: Y a mí. Hay demasiados recuerdos.
Nerea: No hace falta que lo jures.

Después de dos horas de recoger todo y meterlo en los coches las dos amigas cerraron la puerta del que había sido su hogar durante casi un año y donde dejaban una cantidad inmensa de recuerdos. Cada una se montó en el coche que le correspondía diciendo adiós a un capiítulo de sus vidas, pero mirando al frente y viendo el futuro que les esperaba.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Capítulo 69

Miryam y Harry también se dispusieron a esperar en la terminal del aeropuerto a que su vuelo saliera. Los dos lo tenían bien claro. El cartel anunciaba Pekín. 

Miryam: Dios aun no me creo que vayamos a Pekín...ansiaba tanto este viaje que tengo las uñas hechas un cromo...
Harry: haha yo también tenía ganas de que llegara y no solo por ver Pekín, si no por estar contigo...
Miryam: haha pero si tú estás conmigo siempre, parecemos siameses, de hecho no recuerdo a ver tenido una relación tan pegajosa desde...-Hizo una gran pausa, respiró y miro a Harry diciendo- No recuerdo ninguna relación antes que esta.
Harry: hahaha

Así, entre risas se pasó el rato hasta que cogieron el vuelo. La azafata, inglesa pero con rasgos chinos, saludó a los dos tortolitos y les indicó sus asientos. Tras varias horas, largas horas, llegaron al país del sol naciente. En Pekín era aún de noche así que decidieron ir al hotel y descansar hasta la mañana siguiente. A pesar del cansancio aún quedaban ganas de juerga dentro de Harry.

Harry: Bueno por fin hemos llegado a la suite. ¿Te apetece estrenarla?- dijo con cara picara y acercándose a Miryam-.
Miryam: Nunca creí que diría esto...pero estoy muy cansada, mira que cara- Miryam se agarró los mofletes y le puso caras a Harry-.
Harry: ¡¡Anda boba si estas estupenda!!
Miryam: ¡No me vas a sobornar con halagos! ¡Zalamero!

Harry comenzó a perseguir a Miryam por toda la habitación mientras se iba quitando la ropa, por fin y tras un descuido de esta, enganchó a Miryam por la cintura y la lanzó a la cama, comenzó a besarla y a desvestirla. Por mucho cansancio que tuviera Miryam, ésta no pudo resistirse al encanto de su amor. 

La mañana prometía, en Pekín. Hacía un sol espléndido que invitaba al turismo pero Harry no quería despertar a Miryam, que estaba dormida a su lado y se movía de un lado a otro como si estuviera soñando algo raro. 

Miryam: ¡Para! -grito despertándose- 
Harry: ¿Qué pasa?
Miryam: He tenido una pesadilla horrible, iba en el coche con Sonia y ella conducía, pero no paraba de mirar hacia atrás donde estaban Vir y Nerea y ésta no paraba de hablar con Sonia y yo veía que nos estrellábamos porque además de mirar hacia atrás, íbamos por el carril contrario...
Harry: ¡Dios mío! ¡A quien se le ocurre dejarle un coche a Sonia...ni en sueños!
Miryam: Pero si ella conduce bien, no sé por qué me he soñado eso.
Harry: Menos mal que era un sueño porque si llega a ser de verdad...-Miryam interrumpió a Harry-.
Miryam: ¡Nos estontonamos!

Harry no pudo contener la risa y se hecho una carcajada interminable que duró hasta el desayuno. Solo de pensar en la cara que había puesto Miryam - mitad de miedo y mitad de broma- se descojonaba, pero decidió ponerse serio, tenía pensado tras el desayuno hacerle una propuesta a Miryam que cambiaría sus vidas. 

Miryam: ¿Has visto que desayuno? ¡Dios mío, no sé por dónde empezar!...Quizás café o primero esos enormes cruasanes...¿¿tú qué piensas??
Harry: ¿eh?
Miryam: ¿Que en qué piensas? Como puedes estar distraído con toda esa comida delante...ni tu culo me produce tantas babas...comidaaaaa...
Harry: haha Estaba pensando en mis cosas.
Miryam: am...

Miryam se quedó pensando. ¿Sus cosas? Que cosas, ¿que tenía tanto que pensar? Y sobre todo ¿por qué?
Pero prefirió dejarlo pasar y tirarse a comer una enorme tostada con 50 cosas encima. Ya por el final del desayuno y tras haberse comido una enorme muffin, Harry se armó de valor y decidió contar esas cosas en las que pensaba.

Harry: ¿Miriam puedo hacerte una proposición?
Miryam: ¿¿Indecente?? Haha
Harry: haha No...Verás llevo pensando varios días en esto y necesito una respuesta.
Miryam: Dime. 
Harry: ¿Te gustaría venirte a vivir conmigo?

Miryam trató de decir algo pero Harry la interrumpió de nuevo.

Harry: Sé que es una decisión importante y que lo tienes que pensar pero, he pensado que pasamos casi todos los días juntos y casi tienes la mitad de tus cosas en mi casa. Además así no tendrías que pagar alquiler y podrías dejar de trabajar en el pub. ¿Qué te parece?
Miryam: Pues...no sé...me parece una buena idea...pero, ¿y las chicas?...dejarlas solas...
Harry: Solas no del todo...además seguro que ellas también están pensando en irse con Danny, Dougie o Tom.
Miryam: No sé...¿¿puedo pensármelo??
Harry: eh...¡¡claro!! Claro, por supuesto.

Tras el desayuno, algo movidito, ambos cogieron sus cosas y emprendieron camino hacia el centro de Pekín, cogieron un metro, llenísimo de gente y llegaron a la Plaza de Tian'anmen donde millones de extranjeros se concentraban. Allí pudieron contratar a una guía, que junto a varias personas, les iba explicando toda la historia.

Guía: La plaza fue construida en 1949 siguiendo una arquitectura…

Miryam que no había dejado de pensar ni un momento en la propuesta de Harry, no paraba de barajar la posibilidad de irse a vivir con éste.

Miryam: *Pero, ¿qué hago yo viviendo con él?, tampoco es que llevemos tanto juntos…bueno en realidad casi un año… ¡Dios mío, casi un año! Esa no es la cuestión, ¿Qué hago? ¿Y las chicas qué pensaran? Lo mismo no les sienta bien, pero si yo le quiero… ¿Por qué le quiero, no? ¡Si, si, si le quiero! ¡¿PUES ENTONCES QUÉ COÑO HAGO HABLANDO CONMIGO MISMA?!

Dejo de pensar, lo tenía claro.

Miryam: ¡SI, SI QUIERO!
Guía: ¿Qué es lo que quiere señorita? –Preguntó mientras todo el grupo se giraba hacia Miryam-.
Miryam: Disculpe, no le hablaba a usted.
Guía: ¿Entonces con quién hablaba?
Miryam: Perdón, disculpe un momento –Dijo mientras le hacía señas a Harry para que se acercara.

Harry se acercó a Miryam entre carcajadas, había presenciado como su novia había hecho el ridículo delante de todo el grupo de turistas.

Harry: haha ¿y esa venada?
Miryam: Es que no la estaba escuchando, estaba pensando en lo que me dijiste esta mañana.
Harry: Entonces, ¿te vienes a vivir conmigo?
Miryam: ¡Sí!

Harry salto de alegría y abrazó a su chica con tanta fuerza que casi la aplasta.

Miryam: Harry estoy empezando a no notar la respiración, ¿te importa soltarme?
Harry: ¡Claro! Ha sido la emoción del momento, bueno ya verás que bien vamos a estar todo el día juntos.
Miryam: Bueno, todo el día, todo el día…
Harry: Un día cocinaré yo, otro tú, haremos la compra, veremos la tele juntos…
Miryam: ¡Que siii! Mira que te pones pesado…
Harry: haha, Está empezando a ser un gran viaje.
Miryam: ¡Y que lo digas!

Miryam ya no podía escapar, esta vez estaba tan comprometida en la relación, que nada le haría huir, se iba a vivir con Harry y a pesar de sus dudas y su miedo al compromiso estaba encantada, en el fondo deseaba vivir con él pero no sabía cómo se lo iban a tomar sus amigas, aunque confiaba en que ellas no pondrían mala cara y le desearían todo lo mejor.

Los días siguientes fueron menos estresantes, se dedicaron a visitar la cuidad, conocieron sus costumbres y su comida, vieron el palacio chino, la cuidad prohibida, las tumbas Ming, el templo del cielo, el museo de Pekín, entre otros, además dedicaron un día entero a visitar la Gran Muralla China.

Harry: ¡Vamos que solo, queda un cacho pequeño!- Grito desde lejos a una Miryam casi sedienta.
Miryam: ¡Llevas diciendo eso desde hace media hora!
Harry: Pero es que ahora es verdad.
Miryam: ¡Mentira! Mira todo el trozo que queda… ¡no siento los dedos de los pies!
Harry: Venga no seas quejica, que llegamos en un periquete, ¿Quieres que hagamos un descanso?
Miryam: ¿UN DESCANSO? Quiero que venga el ejército chino a por mí, la inteligencia inglesa y la armada española e irme a tumbar en la cama.
Harry: ¿A la cama?-dijo en tono insinuado-.
Miryam: ¡SÍ! Pero sola.
Harry: ¡Cómo te pones cuando te hacen andar!
Miryam: Es que me dijiste que sería kilómetro y medio y llevamos 6 kilómetros andando… ¡Llévame! –Exclamo como si fuera una niña pequeña-.
Harry: ¡No!

Miryam comenzó a andar apresuradamente dejando atrás a Harry mientras exclamaba:

Miryam: ¡Pues ahí te quedas!

Los dos comenzaron a andar rápido y después a correr uno detrás de otro, Harry intentaba detener a su chica, pero ésta corría demasiado y le gritaba:

Miryam: ¡Vamos, si solo queda un cachito!-Dijo con retintín-.

Al fin Harry alcanzo a Miryam y los dos cansados y sedientos se envolvieron en un  enorme beso. El viaje había sido perfecto y habían dado un paso importante en su relación. Como si del teletransporte se tratara de repente ambos se encontraban en el hotel, era el último día de viaje y aunque los demás habían sido aprovechados también este debía aprovecharse, pero el doble.
Harry rodeaba con sus brazos a Miryam y la besaba en la boca. Notaba como si reviviera cada momento del viaje en cada beso. Deseaba tomarla allí mismo en la recepción del hotel, pero la agarró con fuerza y la llevó al primer lugar que encontró, al almacén de la cocina, a pesar de poseer una de las mejores suites del hotel, Harry no podía esperar y allí entre cacerolas y cajas de comida la subió sobre él, le arrancó la camisa de cuajo y  empezó a  besarla por el cuello. De repente Harry se volvió loco, la adrenalina les subió a ambos por el estómago y los dos parecían animales. Las gotas de sudor caían por la espalda de Harry y Miryam creía flipar de placer. Sentía como si  la canción “Secret” de Madonna fuera su banda sonora. Lo que allí ocurrió no tenía nombre, fue sexo salvaje y a la vez apasionado. El amor les envolvía y los dos acabaron tumbados en el suelo, rendidos.


Miryam: ¡ha sido el mejor sexo de mi vida!-dijo ojiplatica, mientras Harry se reía-.

De repente:

Camarero: Ahora traigo el pescado… ¡ups! –se asombró-.
Harry: Perdón, ya nos íbamos…-Dijo mirando a Miryam.
Miryam: Si, sí, ya nos ÍBAMOS- susurró entre risas.
Camarero: No pasal nada, eto sel nolmal aquí, muchas palejas aquí.
Miryam: 不起。(Disculpe).
Camarero: 接受了道歉。 (Disculpas aceptadas).

Los dos corrieron a prisa. Se sentían avergonzados, pero a la vez gozosos, se rieron mucho de la situación a lo largo del día y prometieron no repetir el lugar por mucho que les hubiese gustado. A la mañana siguiente pusieron rumbo hacia Londres. Miryam tenía que comunicar la noticia.


La semana de vacaciones de Vir y Tom no se había quedado atrás. Había comenzado por una gran sorpresa.

Vir: Tom, ¡me voy a caer! ¡Que yo soy mu pato!
Tom: Que no… Tranquila, que yo te llevo.

Tom caminaba por la terminal envolviendo a Vir en sus brazos para poder dirigirla hacia el avión, ya que ésta llevaba los ojos tapados con un pañuelo. El destino que Tom había elegido para su viaje era un secreto para ella, por lo que no podía permitir que viera nada hasta que montaran en el avión. Después de que Tom facturara el equipaje y de algún que otro tropiezo tonto, ambos se encontraban a bordo del avión.

Vir: ¿Te parece normal? Habré hecho el ridículo yendo por todo el aeropuerto con los ojos vendados.
Tom: Es que te tengo preparada una sorpresa que te va a encantar. Te los vas a tener que volver a tapar después, y no los abrirás hasta que lleguemos al hotel.
Vir: ¡Mira que eres pesado, eh!
Tom: Yo también te quiero haha

Al fin el avión aterrizó. Vir había calculado que el viaje había durado unas 4 horas, pero eso no le daba una idea muy clara de adónde podría haberla llevado Tom. Antes de bajar del avión, Tom le volvió a poner el pañuelo a Vir en los ojos y le agarró de la mano para ayudarla a bajar. Tom cogió las maletas y ambos se montaron en un taxi que les llevó hasta su hotel. Tom se registró en el hotel mientras Vir aún seguía sin poder ver nada.

Recepcionista: Aquí tiene la llave de su suite, señor. En la última planta, como usted pidió. Disfruten de su estancia en…
Tom: Ssshhh ¿No ve que no quiero que se entere aún de dónde estamos?
Recepcionista: Iba a decir en nuestro hotel, señor.
Tom: Ah… hahaha Vale, lo siento.
Vir: Tom… estoy cansada de estar así…
Tom: Aguanta, que ya queda poco.

Ambos subieron en el ascensor agarrados de la mano junto al botones, que les ayudaba con sus maletas. Cuando llegaron a su habitación, Tom le entregó una pequeña propina al botones y se despidió de él.

Tom: Bueno pues… ahora sí. Ven conmigo.

Tom dirigió a Vir hacia un gran ventanal que había en una de las paredes de la suite.

Tom: Estoy es para ti, cariño – dijo, susurrándole al oído.

Cuando Tom le quitó el pañuelo de los ojos de Vir, lo primero que ésta vio fue un destello de luz que le cegó al principio, haciendo que tuviera que cerrar los ojos.

Vir: ¡Aaaah, la luz!

Cuando recuperó la visión, volvió a mirar hacia la ventana, y  pudo ver cómo la ciudad de Toronto se desplegaba ante sus ojos.


Vir: OH. DIOS. MÍO.
Tom: ¿Qué te parece? ¿He elegido bien el destino?
Vir: ¡Tom, es genial! ¡Tenía muchas ganas de venir a Canadá! Es lo más bonito que han hecho por mí – dijo dándose la vuelta y rodeando el cuello de Tom con sus manos.
Tom: ¿Estás llorando?
Vir: ¡Que me ha cegado la luz, coño!
Tom: Ya, ya… la luz.

Después de estrenar la cama de la suite, los dos tortolitos bajaron al buffet a comer, y después aprovecharon la tarde para ir conociendo algo de Toronto. Por la noche, ya de vuelta en el hotel, Tom decidió llamar a su hermana y a sus padres para decirles que estaban bien, aunque no habló prácticamente nada con ellos porque Vir le quitó el móvil y empezó a bombardear a Carrie con preguntas sobre su perro, que se había quedado en su casa mientras su dueña estaba de vacaciones.

Vir: ¿Qué tal está mi niño? ¿Está comiendo bien? ¿Duerme bien? ¿Le estáis dando la comida tal y como os dije, pienso y carne mezclados?
Carrie: ¡Qué sí! Tú disfruta y estate tranquila, que él está muy bien conmigo.
Vir: Gracias, cuñada haha

Después de comer y pasear en el Toronto Island Park, de ver torontontero desde la Torre CN, de visitar Casa Loma y de bañarse en la playa, tuvieron que volver a coger un avión, ya que también iban a conocer Ottawa, la capital de Canadá. Allí se hospedaron en un hotel aún mejor que el de Toronto, comieron hasta reventar y visitaron lugares tan emblemáticos como el Parlamento, el castillo Laurier, etc. aún quedaban unas horas para que finalizasen sus vacaciones, pero ya no quería salir del hotel, estaban reventados. Estaban tumbados en la cama, abrazados viendo la tele, aprovechando que estaban dando por la tele una de sus pelis favoritas, Toy Story 3. Ya estaba acabando la película, estaban viendo la última escena en la que Andy se despide de sus juguetes, por lo que los dos estaban llorando como magdalenas.

Vir: Dios, es que es tan triste.
Tom: Si, no tendría que haberse separado de ellos.

Justo cuando acabó la película, sonó el móvil de Vir. Ésta lo cogió de la mesilla y lo miró.

Vir: ¡Qué raro! Es el rector de la Universidad. Ahora vengo.

Vir se encerró en el baño y contestó al teléfono.

Vir: Dígame.
Rector: ¿Virginia Azabal?
Vir: Si, soy yo. ¿Qué sucede?
Rector: Verá. Ha habido un problema.
Vir: ¿Qué problema?
Rector: Bueno, yo le dije que no había problema en que usted siguiera estudiando aquí, en Londres el próximo curso, ¿verdad?
Vir: Si…
Rector: Lo que pasa es que ha habido cambios y no va a poder continuar estudiando aquí.
Vir: ¿Cómo? Pero, ¿por qué?
Rector: Lo siento, no es culpa nuestra. Las normas son esas. No puede quedarse otro año más.
Vir: Pero, y entonces… ¿por qué me dijo que si?
Rector: Eso fue un fallo mío. Lo siento.
Vir: Bien, no pasa nada…

Vir colgó el teléfono y salió del baño con cara de tristeza. Cuando Tom la vio se levantó de la cama asustado y se acercó a ella.

Tom: ¿Qué ha pasado?
Vir: Lo peor que podía pasar.
Tom: ¡No me asustes! Dime qué ha pasado.
Vir: No voy a poder seguir en Londres este año. Tengo que volver a España.
Tom: ¿Cómo?
Vir: Pues eso, que hace un tiempo estuve hablando con el rector y me dijo que si podía seguir estudiando allí el próximo curso, pero ahora resulta que fue todo un malentendido y que tengo que volver a casa. Yo no quiero separarme de ti, Tom.

Tom la abrazó y le dio un beso en la cabeza.

Tom: Ya, tranquila. Ya pensaremos algo. Ahora olvídate de eso y vamos a aprovechar las últimas horas de vacaciones que nos quedan. Vístete, que vamos a dar un paseo.

Para intentar olvidar el imprevisto que les había surgido, decidieron pasear por el centro de la ciudad hasta que se llegara la hora de volver al hotel y preparar las maletas. Cuando iban caminando por una de las calles más concurridas de Ottawa, una chica joven paró a Tom y le entregó uno de los folletos que estaba repartiendo.

Vir: ¿Qué es eso? ¿Ya están mareando con que vayamos a comer a este sitio o al otro?
Tom: No, es de un refugio de animales, para adoptar uno. http://www.ottawahumane.ca/home/index.cfm
Vir: A ver.

Tom le acercó el folleto a Vir.

Tom: Mira, tienen gatos, perros, pájaros… ¿Por qué no vamos a verlos? Está bastante cerca de aquí. Cogemos un taxi y enseguida llegamos.
Vir: Pero es que yo no puedo ir a verlos sabiendo que no voy a poder coger a ninguno. Me daría mucha pena.
Tom: ¿Y quién te ha dicho que no vayamos a coger a ninguno? ¡Vamos!

Cogieron un taxi y en 20 minutos estuvieron en el refugio. Cuando entraron preguntaron a una chica que había en la entrada dónde podían ver a los animales. La chica les condujo primero hacia la zona de los gatos. Tom parecía un niño pequeño por lo contento que estaba de estar rodeado de tanto gato, y Vir no se quedaba atrás. http://www.ottawahumane.ca/adoption/petharbor_cats.cfm

Tom: Aaaawwww ¡¡Mira qué monos!!
Vir: Si. Mira qué cosita éste. Se llama… ¡FRANKIE! -dijo, mirando un cartelito que había junto a la jaula del gato- ¿No había un nombre mejor?
Tom: Bah! Pero mira qué bonito es, se parece a Marvin. 
Vir: Aaaawww ¡Y mira éste qué cuqui! Es un cachorrito. Se llama Nibbler. A pesar de ser un gato negro, me encanta.
Tom: ¿Y qué tiene que ver que sea negro?
Vir: Pues que en España los gatos negros dan mala suerte.
Tom: Pues en Inglaterra es al contrario, dan buena suerte.
Vir: Lo sé. Pero a mí esas supersticiones siempre me han parecido una tontería. Los gatos negros son los que más me gustan.
Tom: ¿Nos lo llevamos?
Vir: ¿Estás loco? ¿Vas a meter otro gato más en casa?
Tom: ¿Por qué no?

Los dos se quedaron un rato callados mirándose a los ojos. De repente sonrieron y dijeron los dos a la vez mirando al gatito.

Tom y Vir: ¡Bienvenido a la familia, Nibbler!

Después de hacer todo el papeleo de la adopción, la chica metió a Nibbler en una jaula de viaje y se lo entregó a Tom.

Tom: Mira, ya tenemos la jaula para la bodega del avión.
Vir: Tom, quiero ver a los perros. ¿Vamos?
Tom: ¡Claro! Nibbler, te vamos a dejar un momentito aquí con esta chica tan maja, pero no te preocupes que papá y mamá vuelven enseguida –dijo mirando al gatito.

Fueron hacia el lado contrario al que habían ido antes y empezaron a ver a todos los perros. http://www.ottawahumane.ca/adoption/petharbor_dogs.cfm
Vir no hacía más que decir aaawww cada vez que veía a un perro nuevo. ¡Eran todos tan bonitos!

Tom: ¿Cuál quieres?
Vir: ¿También vamos a coger a un perro?
Tom: ¡Claro!
Vir: Jo, es que no puedo elegir, todos son preciosos.
Tom: Mira qué bonito éste. Se llama Johnny.
Vir: Johnny, la gente está mu loca. WTF? –empezó a cantarle al perro.
Tom: Tú sí que estás loca. XD Anda, elige uno.
Vir: Quiero uno grande. ¡Me gusta Elliot! 
Tom: ¡Pues Elliot ya tiene nueva familia!
Vir: ¡¡Bien!!

Les dio muchísima pena no poder llevarse a todos los animales que había en ese refugio, pero para poder meter tantos animales en casa tendrían que salirse ellos. Tres horas más tarde, la pareja y los dos nuevos miembros de la familia ya estaban en el avión, camino de Londres.