jueves, 1 de diciembre de 2011

Capitulo 70


Fueron llegando poco a poco a casa. Virginia y Tom fueron los primeros en llegar. Tuvieron que pasar por casa de Debbie, la madre de Tom, para recoger a Messi. El perro se puso muy contento al averiguar que tenia un nuevo compañero de juegos. Después Tom llevó a Virginia hasta su casa y la ayudó a subir las maletas. Era ya casi mediodía cuando aparecieron por la puerta Nerea y Sonia con Danny y Dougie.

Nerea: aaaaaahhhhh ¡¡¡Baja de encima mío!!! ¡Virginiaaaaaaa!

Virginia apareció en la entrada y vió que Nerea estaba corriendo como loca por la entrada de la casa con Elliot detrás de ella. No pudo por más que reírse de la escena.

Vir: hahahahah Pero si no hace nada.

Cuando Nerea se cansó de correr parecía que Elliot se había calmado o se había aburrido de perseguirla.

Nerea: Yo no me río. ¿No tenías suficiente ya con el chucho, las tortugas y Sonia, que ahora tienes que meter a otro animal más?
Sonia: ¡Oye! Que mis tortugas son bien monas.
Nerea: Ves, ella no se da por aludida –le dijo por lo bajini a Virginia.
Vir: haha Pero, ¿cómo es que venís todos juntos?
Nerea: Pero, ¿no te ha dicho Tom dónde hemos estado?
Vir: Pues no.
Sonia: aaaah Hemos estado los cuatro en Nueva York. No veas el susto que me llevé cuando vi a ésta en el hotel…
Nerea: Perdona, pero ÉSTA tiene un nombre, ¿vale?
Vir: No lleváis ni cinco minutos en casa y ya estáis discutiendo. Cómo lo he echado de menos.
Sonia: Yo también te he echado de menos.
Nerea: ¡¡Oh, no!! Ya empezamos.

Y Nerea se vió aplastada por las dos mientras les hacia gestos a los otros dos, que se estaban riendo con la escena.

Dougie: Nosotros ya nos vamos.
Danny: Si, que Tom tiene que estar subiéndose por las paredes.
Nerea: ¡¡Cobardes!!¡¡ Huir mientras podáis, pero antes sacarme de aquiiiii!!
Dougie: Luego te llamo pasa asegurarme de que estas viva.

Después de que Nerea consiguiera salir del abrazo, las tres amigas se sentaron a comer. Estaban en ello cuando Miriam apareció.

Miriam: ¿Hola? Hay alguien?

De repente se vio envuelta en un torbellino castaño, eran Sonia y Virginia que la estaban espachurrando.

Harry: Pues tenías razón… -comentó por lo bajini.
Nerea: ¿Qué tal, Harry? ¿De qué estás hablando?
Harry: De nada, de nada… Pues la verdad es que genial. ¿Y tú?
Nerea: Bien. Todo genial. Ya sabes, con Dougie no hay quien se aburra.
Harry: Ya me imagino haha. Bueno, dejo las maletas aquí. Me voy ya que estoy agotado.
Nerea: Hasta luego y descansa –le dijo mientras salía por la puerta. Después se giró hacia sus amigas- ¿Podéis dejar a Miriam ya? ¡¡¡Que la estáis asfixiando!!!
Miriam: Si, por favor –sus dos amigas se separaron de ella- Gracias.
Sonia y Virginia: ¡Aguafiestas!
Nerea: ¡¡¡Hola, Miriam!!! –dijo saludando a su amiga e ignorando a las otras dos.

Esa tarde se contaron todas las batallitas que les habían ocurrido. Todo eran risas, pero Miriam se puso seria de repente. Creyó que cuanto antes se quitara de en medio la noticia de Harry mejor que mejor.

Miriam: Os tengo que decir algo –respiró hondo y soltó todo de golpe- Harry me ha propuesto irme a vivir con él y yo he dicho que sí.

Sus amigas se quedaron paralizadas. No sabían que decir.

Miriam: ¡Oh, no! No os gusta la idea, ¿verdad?

Seguían sin reaccionar.

Miriam: ¡¡¡Por Dios!!! Decid algo!!
Sonia: Oooh ¡¡Qué mono es!! ¡Enhorabuena! –y se tiró encima de Miriam para abrazarla.
Vir: Estoy súper contenta.
Nerea: Me alegro por vosotros.
Miriam: ¿En serio? ¿No os parece mal?
Vir: Pero, ¿cómo nos va a parecer mal? ¿Estás tonta?

Todas estaban contentas por Miriam, pero Virginia también tenia algo que decirles.

Vir: Chicas, yo también tengo que contaros algo.

Todas la miraron. Virginia estaba seria y con cara tristona. Sus ojos se empezaron a poner cristalinos.

Miriam: Vir, ¿qué pasa?
Vir: ¿Os acordáis que fui a hablar con el rector hace ya un tiempo por lo de mi beca?
Nerea: Sí, ¿y?
Vir: Pues que hace un par de días me llamó y me dijo que no se había podido renovar.
Sonia: ¿Qué quieres decir con eso?
Vir: Que el año que viene no voy a estar aquí. Me tengo que volver a España.

Virginia no pudo contener más las lágrimas. Sonia enseguida la abrazó mientras Miriam le decía palabras de consuelo. Nerea no podía creerlo, se había quedado paralizada.

Nerea: Pero, tiene que haber alguna forma de que te quedes. Tiene que haber algo.
Vir: La única solución es pagar la matrícula, pero mis padres no pueden permitirse algo así. Y no, no pienso pedirle a Tom que me la pague. Ya se ha ofrecido y le dije que no.
Nerea: Pero, ¡esto no puede acabar así! ¡No de esta manera! Seguro que encontramos algo, si todas reunimos dinero seguro que podemos…
Vir: No Nerea, no pienso aceptar vuestro dinero.

Nerea no podía creer lo que estaba oyendo. Subió corriendo las escaleras hasta su habitación y se desahogó de la única manera que sabía, con música. Abajo, Virginia lloraba todavía más, no se esperaba esa reacción por parte de su amiga,

Miriam: suuuuhhh Tranquila. Ya sabes como es, no le gusta que la veamos llorar. Seguro que se le pasa enseguida y baja.
Vir: Si lo sé, pero aun así…
Sonia: Es todo cosa del trastorno explosivo intermitente que tiene.
Vir: XD Gracias por estar conmigo, las tres.
Miriam: Ya tu sa… para lo que quieras.
Sonia: En lo bueno y en lo malo.
Miriam: No sabía que estábamos casadas.
Vir: Ooohh Os voy a echar de menos.

Las tres se abrazaron entre risas y algún que otro llanto. Al rato, bajó Nerea y fue directa a abrazar a Virginia.

Nerea: Perdona, no debería haberme puesto así.
Vir: Mira que eres burra a veces.
Nerea: Lo se. Pero aun así me quieres haha

Virginia la dejó de abrazar sabiendo que ya estaba todo arreglado.

Las semanas iban pasando. Los chicos daban todos los conciertos  que tenían programados y las chicas los acompañaban a todos los que podían ya que se habían puesto a trabajar de forma temporal para ahorrar un poco de dinero. Se acercaba, poco a poco, el 14 de Agosto, cumpleaños de Nerea, y habían decidido irse una semana de vacaciones a España. En concreto se habían decantado por Gandía y de paso, ya que iban, celebraban el cumpleaños allí.
La semana llegó. Estaban todos emocionadísimos con la idea de pasar una semana en la playa disfrutando del tan ansiado sol español.
Cuando llegaron a Gandía lo primero que hicieron fue ponerse el bañador y bajar a la playa. Algunos se metieron en el agua y otros se quedaron en las toallas.

Tom: Esto es vida.
Sonia: ¡Ni que lo digas!
Danny: Creo que podría vivir en un sitio como este para siempre.

Una sombra apareció delante de ellos quitándoles el sol.

Nerea: ¿Por qué no os metéis en el agua? Esta buenísima –afirmó a la vez que mojaba a Sonia con su pelo.
Sonia: aaahhh Pero si está helada.
Nerea: bah Vosotros os lo perdéis –y salió corriendo hacia el mar.

El resto de días fueron más o menos igual. Iban a la playa, tomaban el sol, algunos se quedaban en la piscina, otros paseaban por el pueblo, etc.
Llegó el Sábado. Decidieron, ya que el Domingo tenían que volver a Londres, celebrar el cumpleaños de Nerea esa noche. Compraron una gran tarta de mousse de chocolate, un par de velas  y unas pizzas y fueron a la playa a celebrarlo. Bailaron al son de la música que tenían o que ellos cantaban. Cuando fueron las 12 de la noche, entre todos le cantaron el cumpleaños feliz y ella sopló las dos velitas que marcaban sus 19 años pidiendo un deseo:
“Por favor, que esto que tengo no se acabe nunca”
Después llegó el turno de los regalos. Tom, Danny y Harry le regalaron un iPhone con una carcasa personalizada con una foto de los 8 juntos.

Nerea: ¡¡Hala!! ¡¡¡Esto es demasiado!!! No lo teníais que haber hecho. Me da miedo hasta tocarlo no vaya a ser que se rompa. ¡Que yo tengo muy mala suerte con la tecnología!
Tom: No creo que seas peor que Dougie o que Harry.
Nerea: Jooooo. ¡Muchas gracias, chicos! –y los abrazó y besó a todos.

Ahora era el turno de las chicas. Le entregaron un pequeño sobre. Lo abrió y se encontró con un vale para una sesión de masaje en un spa.

Nerea: ¡Muchas gracias, chicas! La verdad es que lo necesitaba.
Sonia: Es para que nos vengas más relajada.
Nerea: Muy graciosa.

Las abrazó a todas y les dio dos besos para agradecérselo.

Dougie: Pues ahora me toca a mí. Toma. ¡Felicidades!
Nerea: Gracias.

Abrió el gran paquete que le entregaba Dougie. Era una gran funda de un bajo morado intenso firmado por todos sus amigos con rotulador plateado. Nerea abrió mucho los ojos impresionada. Creía que se iba a quedar sin respiración!

Nerea: ¡¡¡¡Me va a dar algo!!!! Es precioso –lo sacó de la funda con cuidado- Me encanta.

Se acerco más a su novio y le dio un gran beso.

Sonia: ¡Es fantástico! Ya podemos hacer mejores covers.
Nerea: hahahah ¡Es verdad! Les podemos tocar  nuestra versión de Party Girl.
Sonia: Siii.
Miriam y Virginia: NOOO.
Chicos: hahaha

Sonia se estaba acomodando la guitarra de Danny, cuando Dougie dijo.

Dougie: ESPERAR!! Que queda otro regalo –y sacó la típica cajita de anillo de compromiso- Cuando veas lo que hay dentro espero que digas que sí.

Nerea estaba acojonada. Todos la miraban expectantes y algunos con cara de sorpresa. Ella no podía creerse que esa caja pudiera contener lo que ella estaba pensando. No podía ser verdad que le estuviera pidiendo eso,  no allí, en ese momento.
Abrió la cajita lentamente y apartando la vista. Una vez  la caja estuvo abierta, miró y suspiró aliviada cuando no se encontró un pedrusco en medio de ella. En lugar de un anillo, había una llave. La sacó, la colocó en su mano y miró a Dougie.

Dougie: ¿Y bien? ¿Quieres vivir conmigo?

Todos los estaban mirando, esperando una respuesta por parte de ella que parecía  que nunca iba a llegar.

Dougie: Sé que puede parecer precipitado, pero realmente quiero vivir contigo y …
Nerea: Si, sí que quiero.

Esta vez fue Dougie el que se quedó sin habla.

Dougie: En… ¿en serio?
Nerea: ¡Si, en serio! –le dijo sonriendo.
Dougie: No sabes lo que te quiero – y la abrazó y besó con todas sus ganas.

El resto, que habían presenciado la escena, estaban súper emocionados por los dos y los felicitaron.

Nerea: Muchas gracias a todos por esta gran noche. No hubiera sido lo mismo sin vosotros, os debo mucho. Dios, me estoy emocionando. Resumiendo: os quiero mucho a todos.
Sonia: ¿Estás borracha?
Nerea: No…. Bueno, a lo mejor un poco hahaha ¡¡Que continúe la fiesta!!

Estuvieron durante un par de horas más en la playa antes de volver al hotel. Allí, Nerea celebró su cumpleaños con Dougie de forma más privada.
Por la mañana disfrutaron de su último día en la playa. Sus caras no eran precisamente de felicidad. El hecho de que Vir no pudiera volver a Londres con ellos les había afectado más de lo que ellos querían reconocer. Estaba siendo un cumpleaños agridulce para Nerea.

Nerea: ¿En serio no puedes quedarte en Londres hasta que comience el curso?
Vir: No. Sería alargar la despedida y no quiero. Prefiero hacerme a la idea de que tengo que vivir aquí.
Miriam: Mira que no renovarte la beca. Con las notas que has sacado.
Vir: Ya sabes cómo van las cosas en este país, se recorta por donde no se debe hacer.

Sus amigas estaban muy apenadas con su marcha, pero Tom estaba destrozado. La noticia le había sentado como un balde de agua congelada. No se separaba ni un momento de ella. Quería pasar el mayor tiempo posible con ella. Le había ofrecido una y mil veces pagarle la matrícula pero Virginia se había negado en rotundo.

Vir: Bueno, dejemos la tristeza para otro momento y disfrutemos de lo que queda de día.

Según iban pasando las horas el tiempo parecía que había predicho la marcha de Virginia, porque el cielo se estaba poniendo cada vez más negro.
Se encontraban en la estación de trenes y el tren de Virginia salía antes que el del resto. Cuando llegó el momento de la despedida la tristeza se palpaba en el ambiente.

Miriam: No quiero hacer esto. No puedes irte.
Vir: Yo tampoco quiero irme.
Nerea: Pues no te vayas.
Sonia: Con lo que nos costó llevarte hasta allí y ahora te tienes que quedar aquí.
Vir: ¿Por qué me lo hacéis tan difícil?

Todas estaban al borde de las lágrimas. La emoción les pudo. Acabaron todas abrazadas llorando como magdalenas.

Vir: Os voy a echar muchísimo de menos –dijo entre sollozos.
Miriam, Nerea y Sonia: Y nosotras a ti.

Vir dirigió la mirada hacia Danny, Dougie y Harry.

Vir: A vosotros también os voy a echar de menos. Cuidádmelas, por favor. Que ahora nadie las va a controlar –les dijo mientras los iba abrazando uno a uno.
Harry: Tranquila, nosotros nos encargamos.
Vir: Gracias.

Entonces se giró hacia Tom. Las chicas se alejaron abrazadas a sus novios para dejarles un poco de intimidad.

Vir: No quiero dejarte – dijo entre un mar de lágrimas.
Tom: No tienes por qué hacerlo, ya lo sabes.

Virginia no quiso contestar, simplemente se abrazó a él disfrutando de los últimos instantes junto a él. Se acabaron besando como nunca lo habían hecho. Con mucho esfuerzo los dos se separaron y Virginia entró dentro del tren que la alejaría de lo que más quería.
Tom se reunió con sus amigos. Estaba más que destrozado. Los chicos trataron de animarlo pero parecía que Tom no los escuchaba. Su vuelta a Londres fue verdaderamente triste. Nadie decía una palabra. Al llegar a la ciudad Miriam y Harry se fueron a su casa, Sonia y Nerea se fueron a la suya y Tom, Dougie y Danny al piso que estaban compartiendo.
Al día siguiente Nerea se encontraba recogiendo todas sus cosas junto a Sonia que iba a irse a vivir a casa de Danny, al igual que Tom, para superar el mal trago, ya que iban a dejar el piso alquilado.

Nerea: Me da pena dejar esta casa
Sonia: Y a mí. Hay demasiados recuerdos.
Nerea: No hace falta que lo jures.

Después de dos horas de recoger todo y meterlo en los coches las dos amigas cerraron la puerta del que había sido su hogar durante casi un año y donde dejaban una cantidad inmensa de recuerdos. Cada una se montó en el coche que le correspondía diciendo adiós a un capiítulo de sus vidas, pero mirando al frente y viendo el futuro que les esperaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario