domingo, 20 de noviembre de 2011

Capítulo 69

Miryam y Harry también se dispusieron a esperar en la terminal del aeropuerto a que su vuelo saliera. Los dos lo tenían bien claro. El cartel anunciaba Pekín. 

Miryam: Dios aun no me creo que vayamos a Pekín...ansiaba tanto este viaje que tengo las uñas hechas un cromo...
Harry: haha yo también tenía ganas de que llegara y no solo por ver Pekín, si no por estar contigo...
Miryam: haha pero si tú estás conmigo siempre, parecemos siameses, de hecho no recuerdo a ver tenido una relación tan pegajosa desde...-Hizo una gran pausa, respiró y miro a Harry diciendo- No recuerdo ninguna relación antes que esta.
Harry: hahaha

Así, entre risas se pasó el rato hasta que cogieron el vuelo. La azafata, inglesa pero con rasgos chinos, saludó a los dos tortolitos y les indicó sus asientos. Tras varias horas, largas horas, llegaron al país del sol naciente. En Pekín era aún de noche así que decidieron ir al hotel y descansar hasta la mañana siguiente. A pesar del cansancio aún quedaban ganas de juerga dentro de Harry.

Harry: Bueno por fin hemos llegado a la suite. ¿Te apetece estrenarla?- dijo con cara picara y acercándose a Miryam-.
Miryam: Nunca creí que diría esto...pero estoy muy cansada, mira que cara- Miryam se agarró los mofletes y le puso caras a Harry-.
Harry: ¡¡Anda boba si estas estupenda!!
Miryam: ¡No me vas a sobornar con halagos! ¡Zalamero!

Harry comenzó a perseguir a Miryam por toda la habitación mientras se iba quitando la ropa, por fin y tras un descuido de esta, enganchó a Miryam por la cintura y la lanzó a la cama, comenzó a besarla y a desvestirla. Por mucho cansancio que tuviera Miryam, ésta no pudo resistirse al encanto de su amor. 

La mañana prometía, en Pekín. Hacía un sol espléndido que invitaba al turismo pero Harry no quería despertar a Miryam, que estaba dormida a su lado y se movía de un lado a otro como si estuviera soñando algo raro. 

Miryam: ¡Para! -grito despertándose- 
Harry: ¿Qué pasa?
Miryam: He tenido una pesadilla horrible, iba en el coche con Sonia y ella conducía, pero no paraba de mirar hacia atrás donde estaban Vir y Nerea y ésta no paraba de hablar con Sonia y yo veía que nos estrellábamos porque además de mirar hacia atrás, íbamos por el carril contrario...
Harry: ¡Dios mío! ¡A quien se le ocurre dejarle un coche a Sonia...ni en sueños!
Miryam: Pero si ella conduce bien, no sé por qué me he soñado eso.
Harry: Menos mal que era un sueño porque si llega a ser de verdad...-Miryam interrumpió a Harry-.
Miryam: ¡Nos estontonamos!

Harry no pudo contener la risa y se hecho una carcajada interminable que duró hasta el desayuno. Solo de pensar en la cara que había puesto Miryam - mitad de miedo y mitad de broma- se descojonaba, pero decidió ponerse serio, tenía pensado tras el desayuno hacerle una propuesta a Miryam que cambiaría sus vidas. 

Miryam: ¿Has visto que desayuno? ¡Dios mío, no sé por dónde empezar!...Quizás café o primero esos enormes cruasanes...¿¿tú qué piensas??
Harry: ¿eh?
Miryam: ¿Que en qué piensas? Como puedes estar distraído con toda esa comida delante...ni tu culo me produce tantas babas...comidaaaaa...
Harry: haha Estaba pensando en mis cosas.
Miryam: am...

Miryam se quedó pensando. ¿Sus cosas? Que cosas, ¿que tenía tanto que pensar? Y sobre todo ¿por qué?
Pero prefirió dejarlo pasar y tirarse a comer una enorme tostada con 50 cosas encima. Ya por el final del desayuno y tras haberse comido una enorme muffin, Harry se armó de valor y decidió contar esas cosas en las que pensaba.

Harry: ¿Miriam puedo hacerte una proposición?
Miryam: ¿¿Indecente?? Haha
Harry: haha No...Verás llevo pensando varios días en esto y necesito una respuesta.
Miryam: Dime. 
Harry: ¿Te gustaría venirte a vivir conmigo?

Miryam trató de decir algo pero Harry la interrumpió de nuevo.

Harry: Sé que es una decisión importante y que lo tienes que pensar pero, he pensado que pasamos casi todos los días juntos y casi tienes la mitad de tus cosas en mi casa. Además así no tendrías que pagar alquiler y podrías dejar de trabajar en el pub. ¿Qué te parece?
Miryam: Pues...no sé...me parece una buena idea...pero, ¿y las chicas?...dejarlas solas...
Harry: Solas no del todo...además seguro que ellas también están pensando en irse con Danny, Dougie o Tom.
Miryam: No sé...¿¿puedo pensármelo??
Harry: eh...¡¡claro!! Claro, por supuesto.

Tras el desayuno, algo movidito, ambos cogieron sus cosas y emprendieron camino hacia el centro de Pekín, cogieron un metro, llenísimo de gente y llegaron a la Plaza de Tian'anmen donde millones de extranjeros se concentraban. Allí pudieron contratar a una guía, que junto a varias personas, les iba explicando toda la historia.

Guía: La plaza fue construida en 1949 siguiendo una arquitectura…

Miryam que no había dejado de pensar ni un momento en la propuesta de Harry, no paraba de barajar la posibilidad de irse a vivir con éste.

Miryam: *Pero, ¿qué hago yo viviendo con él?, tampoco es que llevemos tanto juntos…bueno en realidad casi un año… ¡Dios mío, casi un año! Esa no es la cuestión, ¿Qué hago? ¿Y las chicas qué pensaran? Lo mismo no les sienta bien, pero si yo le quiero… ¿Por qué le quiero, no? ¡Si, si, si le quiero! ¡¿PUES ENTONCES QUÉ COÑO HAGO HABLANDO CONMIGO MISMA?!

Dejo de pensar, lo tenía claro.

Miryam: ¡SI, SI QUIERO!
Guía: ¿Qué es lo que quiere señorita? –Preguntó mientras todo el grupo se giraba hacia Miryam-.
Miryam: Disculpe, no le hablaba a usted.
Guía: ¿Entonces con quién hablaba?
Miryam: Perdón, disculpe un momento –Dijo mientras le hacía señas a Harry para que se acercara.

Harry se acercó a Miryam entre carcajadas, había presenciado como su novia había hecho el ridículo delante de todo el grupo de turistas.

Harry: haha ¿y esa venada?
Miryam: Es que no la estaba escuchando, estaba pensando en lo que me dijiste esta mañana.
Harry: Entonces, ¿te vienes a vivir conmigo?
Miryam: ¡Sí!

Harry salto de alegría y abrazó a su chica con tanta fuerza que casi la aplasta.

Miryam: Harry estoy empezando a no notar la respiración, ¿te importa soltarme?
Harry: ¡Claro! Ha sido la emoción del momento, bueno ya verás que bien vamos a estar todo el día juntos.
Miryam: Bueno, todo el día, todo el día…
Harry: Un día cocinaré yo, otro tú, haremos la compra, veremos la tele juntos…
Miryam: ¡Que siii! Mira que te pones pesado…
Harry: haha, Está empezando a ser un gran viaje.
Miryam: ¡Y que lo digas!

Miryam ya no podía escapar, esta vez estaba tan comprometida en la relación, que nada le haría huir, se iba a vivir con Harry y a pesar de sus dudas y su miedo al compromiso estaba encantada, en el fondo deseaba vivir con él pero no sabía cómo se lo iban a tomar sus amigas, aunque confiaba en que ellas no pondrían mala cara y le desearían todo lo mejor.

Los días siguientes fueron menos estresantes, se dedicaron a visitar la cuidad, conocieron sus costumbres y su comida, vieron el palacio chino, la cuidad prohibida, las tumbas Ming, el templo del cielo, el museo de Pekín, entre otros, además dedicaron un día entero a visitar la Gran Muralla China.

Harry: ¡Vamos que solo, queda un cacho pequeño!- Grito desde lejos a una Miryam casi sedienta.
Miryam: ¡Llevas diciendo eso desde hace media hora!
Harry: Pero es que ahora es verdad.
Miryam: ¡Mentira! Mira todo el trozo que queda… ¡no siento los dedos de los pies!
Harry: Venga no seas quejica, que llegamos en un periquete, ¿Quieres que hagamos un descanso?
Miryam: ¿UN DESCANSO? Quiero que venga el ejército chino a por mí, la inteligencia inglesa y la armada española e irme a tumbar en la cama.
Harry: ¿A la cama?-dijo en tono insinuado-.
Miryam: ¡SÍ! Pero sola.
Harry: ¡Cómo te pones cuando te hacen andar!
Miryam: Es que me dijiste que sería kilómetro y medio y llevamos 6 kilómetros andando… ¡Llévame! –Exclamo como si fuera una niña pequeña-.
Harry: ¡No!

Miryam comenzó a andar apresuradamente dejando atrás a Harry mientras exclamaba:

Miryam: ¡Pues ahí te quedas!

Los dos comenzaron a andar rápido y después a correr uno detrás de otro, Harry intentaba detener a su chica, pero ésta corría demasiado y le gritaba:

Miryam: ¡Vamos, si solo queda un cachito!-Dijo con retintín-.

Al fin Harry alcanzo a Miryam y los dos cansados y sedientos se envolvieron en un  enorme beso. El viaje había sido perfecto y habían dado un paso importante en su relación. Como si del teletransporte se tratara de repente ambos se encontraban en el hotel, era el último día de viaje y aunque los demás habían sido aprovechados también este debía aprovecharse, pero el doble.
Harry rodeaba con sus brazos a Miryam y la besaba en la boca. Notaba como si reviviera cada momento del viaje en cada beso. Deseaba tomarla allí mismo en la recepción del hotel, pero la agarró con fuerza y la llevó al primer lugar que encontró, al almacén de la cocina, a pesar de poseer una de las mejores suites del hotel, Harry no podía esperar y allí entre cacerolas y cajas de comida la subió sobre él, le arrancó la camisa de cuajo y  empezó a  besarla por el cuello. De repente Harry se volvió loco, la adrenalina les subió a ambos por el estómago y los dos parecían animales. Las gotas de sudor caían por la espalda de Harry y Miryam creía flipar de placer. Sentía como si  la canción “Secret” de Madonna fuera su banda sonora. Lo que allí ocurrió no tenía nombre, fue sexo salvaje y a la vez apasionado. El amor les envolvía y los dos acabaron tumbados en el suelo, rendidos.


Miryam: ¡ha sido el mejor sexo de mi vida!-dijo ojiplatica, mientras Harry se reía-.

De repente:

Camarero: Ahora traigo el pescado… ¡ups! –se asombró-.
Harry: Perdón, ya nos íbamos…-Dijo mirando a Miryam.
Miryam: Si, sí, ya nos ÍBAMOS- susurró entre risas.
Camarero: No pasal nada, eto sel nolmal aquí, muchas palejas aquí.
Miryam: 不起。(Disculpe).
Camarero: 接受了道歉。 (Disculpas aceptadas).

Los dos corrieron a prisa. Se sentían avergonzados, pero a la vez gozosos, se rieron mucho de la situación a lo largo del día y prometieron no repetir el lugar por mucho que les hubiese gustado. A la mañana siguiente pusieron rumbo hacia Londres. Miryam tenía que comunicar la noticia.


La semana de vacaciones de Vir y Tom no se había quedado atrás. Había comenzado por una gran sorpresa.

Vir: Tom, ¡me voy a caer! ¡Que yo soy mu pato!
Tom: Que no… Tranquila, que yo te llevo.

Tom caminaba por la terminal envolviendo a Vir en sus brazos para poder dirigirla hacia el avión, ya que ésta llevaba los ojos tapados con un pañuelo. El destino que Tom había elegido para su viaje era un secreto para ella, por lo que no podía permitir que viera nada hasta que montaran en el avión. Después de que Tom facturara el equipaje y de algún que otro tropiezo tonto, ambos se encontraban a bordo del avión.

Vir: ¿Te parece normal? Habré hecho el ridículo yendo por todo el aeropuerto con los ojos vendados.
Tom: Es que te tengo preparada una sorpresa que te va a encantar. Te los vas a tener que volver a tapar después, y no los abrirás hasta que lleguemos al hotel.
Vir: ¡Mira que eres pesado, eh!
Tom: Yo también te quiero haha

Al fin el avión aterrizó. Vir había calculado que el viaje había durado unas 4 horas, pero eso no le daba una idea muy clara de adónde podría haberla llevado Tom. Antes de bajar del avión, Tom le volvió a poner el pañuelo a Vir en los ojos y le agarró de la mano para ayudarla a bajar. Tom cogió las maletas y ambos se montaron en un taxi que les llevó hasta su hotel. Tom se registró en el hotel mientras Vir aún seguía sin poder ver nada.

Recepcionista: Aquí tiene la llave de su suite, señor. En la última planta, como usted pidió. Disfruten de su estancia en…
Tom: Ssshhh ¿No ve que no quiero que se entere aún de dónde estamos?
Recepcionista: Iba a decir en nuestro hotel, señor.
Tom: Ah… hahaha Vale, lo siento.
Vir: Tom… estoy cansada de estar así…
Tom: Aguanta, que ya queda poco.

Ambos subieron en el ascensor agarrados de la mano junto al botones, que les ayudaba con sus maletas. Cuando llegaron a su habitación, Tom le entregó una pequeña propina al botones y se despidió de él.

Tom: Bueno pues… ahora sí. Ven conmigo.

Tom dirigió a Vir hacia un gran ventanal que había en una de las paredes de la suite.

Tom: Estoy es para ti, cariño – dijo, susurrándole al oído.

Cuando Tom le quitó el pañuelo de los ojos de Vir, lo primero que ésta vio fue un destello de luz que le cegó al principio, haciendo que tuviera que cerrar los ojos.

Vir: ¡Aaaah, la luz!

Cuando recuperó la visión, volvió a mirar hacia la ventana, y  pudo ver cómo la ciudad de Toronto se desplegaba ante sus ojos.


Vir: OH. DIOS. MÍO.
Tom: ¿Qué te parece? ¿He elegido bien el destino?
Vir: ¡Tom, es genial! ¡Tenía muchas ganas de venir a Canadá! Es lo más bonito que han hecho por mí – dijo dándose la vuelta y rodeando el cuello de Tom con sus manos.
Tom: ¿Estás llorando?
Vir: ¡Que me ha cegado la luz, coño!
Tom: Ya, ya… la luz.

Después de estrenar la cama de la suite, los dos tortolitos bajaron al buffet a comer, y después aprovecharon la tarde para ir conociendo algo de Toronto. Por la noche, ya de vuelta en el hotel, Tom decidió llamar a su hermana y a sus padres para decirles que estaban bien, aunque no habló prácticamente nada con ellos porque Vir le quitó el móvil y empezó a bombardear a Carrie con preguntas sobre su perro, que se había quedado en su casa mientras su dueña estaba de vacaciones.

Vir: ¿Qué tal está mi niño? ¿Está comiendo bien? ¿Duerme bien? ¿Le estáis dando la comida tal y como os dije, pienso y carne mezclados?
Carrie: ¡Qué sí! Tú disfruta y estate tranquila, que él está muy bien conmigo.
Vir: Gracias, cuñada haha

Después de comer y pasear en el Toronto Island Park, de ver torontontero desde la Torre CN, de visitar Casa Loma y de bañarse en la playa, tuvieron que volver a coger un avión, ya que también iban a conocer Ottawa, la capital de Canadá. Allí se hospedaron en un hotel aún mejor que el de Toronto, comieron hasta reventar y visitaron lugares tan emblemáticos como el Parlamento, el castillo Laurier, etc. aún quedaban unas horas para que finalizasen sus vacaciones, pero ya no quería salir del hotel, estaban reventados. Estaban tumbados en la cama, abrazados viendo la tele, aprovechando que estaban dando por la tele una de sus pelis favoritas, Toy Story 3. Ya estaba acabando la película, estaban viendo la última escena en la que Andy se despide de sus juguetes, por lo que los dos estaban llorando como magdalenas.

Vir: Dios, es que es tan triste.
Tom: Si, no tendría que haberse separado de ellos.

Justo cuando acabó la película, sonó el móvil de Vir. Ésta lo cogió de la mesilla y lo miró.

Vir: ¡Qué raro! Es el rector de la Universidad. Ahora vengo.

Vir se encerró en el baño y contestó al teléfono.

Vir: Dígame.
Rector: ¿Virginia Azabal?
Vir: Si, soy yo. ¿Qué sucede?
Rector: Verá. Ha habido un problema.
Vir: ¿Qué problema?
Rector: Bueno, yo le dije que no había problema en que usted siguiera estudiando aquí, en Londres el próximo curso, ¿verdad?
Vir: Si…
Rector: Lo que pasa es que ha habido cambios y no va a poder continuar estudiando aquí.
Vir: ¿Cómo? Pero, ¿por qué?
Rector: Lo siento, no es culpa nuestra. Las normas son esas. No puede quedarse otro año más.
Vir: Pero, y entonces… ¿por qué me dijo que si?
Rector: Eso fue un fallo mío. Lo siento.
Vir: Bien, no pasa nada…

Vir colgó el teléfono y salió del baño con cara de tristeza. Cuando Tom la vio se levantó de la cama asustado y se acercó a ella.

Tom: ¿Qué ha pasado?
Vir: Lo peor que podía pasar.
Tom: ¡No me asustes! Dime qué ha pasado.
Vir: No voy a poder seguir en Londres este año. Tengo que volver a España.
Tom: ¿Cómo?
Vir: Pues eso, que hace un tiempo estuve hablando con el rector y me dijo que si podía seguir estudiando allí el próximo curso, pero ahora resulta que fue todo un malentendido y que tengo que volver a casa. Yo no quiero separarme de ti, Tom.

Tom la abrazó y le dio un beso en la cabeza.

Tom: Ya, tranquila. Ya pensaremos algo. Ahora olvídate de eso y vamos a aprovechar las últimas horas de vacaciones que nos quedan. Vístete, que vamos a dar un paseo.

Para intentar olvidar el imprevisto que les había surgido, decidieron pasear por el centro de la ciudad hasta que se llegara la hora de volver al hotel y preparar las maletas. Cuando iban caminando por una de las calles más concurridas de Ottawa, una chica joven paró a Tom y le entregó uno de los folletos que estaba repartiendo.

Vir: ¿Qué es eso? ¿Ya están mareando con que vayamos a comer a este sitio o al otro?
Tom: No, es de un refugio de animales, para adoptar uno. http://www.ottawahumane.ca/home/index.cfm
Vir: A ver.

Tom le acercó el folleto a Vir.

Tom: Mira, tienen gatos, perros, pájaros… ¿Por qué no vamos a verlos? Está bastante cerca de aquí. Cogemos un taxi y enseguida llegamos.
Vir: Pero es que yo no puedo ir a verlos sabiendo que no voy a poder coger a ninguno. Me daría mucha pena.
Tom: ¿Y quién te ha dicho que no vayamos a coger a ninguno? ¡Vamos!

Cogieron un taxi y en 20 minutos estuvieron en el refugio. Cuando entraron preguntaron a una chica que había en la entrada dónde podían ver a los animales. La chica les condujo primero hacia la zona de los gatos. Tom parecía un niño pequeño por lo contento que estaba de estar rodeado de tanto gato, y Vir no se quedaba atrás. http://www.ottawahumane.ca/adoption/petharbor_cats.cfm

Tom: Aaaawwww ¡¡Mira qué monos!!
Vir: Si. Mira qué cosita éste. Se llama… ¡FRANKIE! -dijo, mirando un cartelito que había junto a la jaula del gato- ¿No había un nombre mejor?
Tom: Bah! Pero mira qué bonito es, se parece a Marvin. 
Vir: Aaaawww ¡Y mira éste qué cuqui! Es un cachorrito. Se llama Nibbler. A pesar de ser un gato negro, me encanta.
Tom: ¿Y qué tiene que ver que sea negro?
Vir: Pues que en España los gatos negros dan mala suerte.
Tom: Pues en Inglaterra es al contrario, dan buena suerte.
Vir: Lo sé. Pero a mí esas supersticiones siempre me han parecido una tontería. Los gatos negros son los que más me gustan.
Tom: ¿Nos lo llevamos?
Vir: ¿Estás loco? ¿Vas a meter otro gato más en casa?
Tom: ¿Por qué no?

Los dos se quedaron un rato callados mirándose a los ojos. De repente sonrieron y dijeron los dos a la vez mirando al gatito.

Tom y Vir: ¡Bienvenido a la familia, Nibbler!

Después de hacer todo el papeleo de la adopción, la chica metió a Nibbler en una jaula de viaje y se lo entregó a Tom.

Tom: Mira, ya tenemos la jaula para la bodega del avión.
Vir: Tom, quiero ver a los perros. ¿Vamos?
Tom: ¡Claro! Nibbler, te vamos a dejar un momentito aquí con esta chica tan maja, pero no te preocupes que papá y mamá vuelven enseguida –dijo mirando al gatito.

Fueron hacia el lado contrario al que habían ido antes y empezaron a ver a todos los perros. http://www.ottawahumane.ca/adoption/petharbor_dogs.cfm
Vir no hacía más que decir aaawww cada vez que veía a un perro nuevo. ¡Eran todos tan bonitos!

Tom: ¿Cuál quieres?
Vir: ¿También vamos a coger a un perro?
Tom: ¡Claro!
Vir: Jo, es que no puedo elegir, todos son preciosos.
Tom: Mira qué bonito éste. Se llama Johnny.
Vir: Johnny, la gente está mu loca. WTF? –empezó a cantarle al perro.
Tom: Tú sí que estás loca. XD Anda, elige uno.
Vir: Quiero uno grande. ¡Me gusta Elliot! 
Tom: ¡Pues Elliot ya tiene nueva familia!
Vir: ¡¡Bien!!

Les dio muchísima pena no poder llevarse a todos los animales que había en ese refugio, pero para poder meter tantos animales en casa tendrían que salirse ellos. Tres horas más tarde, la pareja y los dos nuevos miembros de la familia ya estaban en el avión, camino de Londres. 

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