Capitulo 17

Después de que Vir, Nerea y Sonia abandonaran la casa de Mcfly, estos se sentaron en el salón y comenzaron a charlar.
Danny: Pues ha estado bien la noche, ¿no?
Tom: si, la verdad es que me lo he pasado muy bien, son muy graciosas.
Danny: ¡ya!, Me ha gustado mucho el chiste último, ha.
Tom: si, El que conto…Virginia, ¿no?, ¿se llamaba así?
Dougie: si, me ha contado Nerea que acaba de llegar de España con una beca Erasmus.
Danny: Tú has estado mucho rato hablando con Nerea…Dougie recuerda que tienes novia.
Tom: eso, que para uno que la tiene, debes respetarla.
Dougie: ¡Calla, calla! No me hables de eso…que llevo unas semanas. Además ya no soy el único, mira si no Harry.
Danny: ¡Menudo listo!, ha sido el más espabilado de todos.
Tom: Como sois con el pobre Harry, dejarlo disfrutar…
Danny: ¡si eso es lo que va a hacer esta misma noche!
Los tres amigos se rieron del comentario tan gracioso de Danny. Mientras tanto Harry en su habitación, la más apartada de la casa, hablaba con Miriam.
Miriam: ¡Me lo he pasado genial!...bueno y mejor que nos lo vamos a pasar… ¿no?
Miriam se iba acercando lentamente a Harry que se encontraba sentado en la cama.
Harry: ¡Vaya! Como vais al grano las españolas…pero antes de nada he de decirte que no vamos a pasar la noche aquí.
Miriam: ¿A no? Y ¿dónde?
Harry abrió la ventana y bajo por una escalera a la calle, Miriam bajo detrás de él, con miedo a caerse, a pesar de un pequeño resbalón consiguió bajar sana y salva.
Miriam: Yo no sé tú pero en mi país solemos salir por una cosa que se llama "puerta", es así rectangular, se abre para un lado y ¡sabes lo mejor! te permite entrar o salir de los sitios, ¿la conoces?
Harry interrumpió el chascarrillo de Miriam con un gran y profundo beso.
Harry: ¿no estás hablando demasiado?, Veras he pensado que nuestra primera noche, debería ser algo más romántica, ya sabes…no solo un polvo en mi cama con sabanas de ositos.
Miriam: ¡Vaya! Menuda sorpresa…pero la puerta…
Harry: ¡ya, ya! Pero ya sabes cómo son los amigos, cotillas hasta la saciedad, preguntarían de todo, ¿Dónde vais?...algún comentario cachondo de Danny…un ruidito de Dougie y un ¡tened cuidado! De Tom…No me apetece…
Miriam: Bueno está bien, tú dirás dónde vamos.
Harry saco de una bolsa unas zapatillas, una camiseta y unos jeans y se los entregó Miriam, esta se cambió entre las ramas.
Miriam: ¡No mires!
Harry: ¡No estoy mirando!
Mentira, Harry se daba la vuelta de vez en cuando. Cuando Miriam estuvo cambiada Harry agarro su mano y salieron los dos pitando de la urbanización. Cuando llegaron a la carretera Harry pidió un taxi, este parecía estar esperando solo para ellos.
Miriam: ¡Me da en la nariz que lo tienes todo preparadísimo!
Harry beso la pequeña nariz de Miriam con un piquito.
Harry: Llévenos a Trafalgar Square.
El taxi aparcó cerca de Trafalgar, allí Harry le mostro los encantos del centro de Londres, los dos, solo los dos agarrados de la mano, riéndose, hablando de cien cosas, al llegar al final de una calle pasaron por una tienda de discos antiguos y entraron, ya que a Harry le entró la curiosidad.
Harry: ¡No me lo puedo creer, Los Beatles!
Miriam: ¡Eran geniales!
Harry: ¡Por fin!, tenemos un gusto musical en común.
Miriam: Tenemos más cosas en común…
Harry: ¡Ya se en que estás pensando! Haha, no te preocupes, todo a su tiempo.
Harry escondió el disco y sin que ella se diera cuenta lo reservo. Cuando salieron de la tienda, solo eran las 11:00 p.m. pero Harry decidió dar el siguiente paso. Llevo a Miriam hacia un hotel muy lujoso, allí un señor vestido de negro se le acercó.
XXX: Señor, justo a tiempo, como siempre, aquí tiene la llave, esta todo como usted lo ordenó.
Miriam: ¡Esto es lo que llamo yo tener pasta!, yo tendría que haber esperado a que alguien se aburriera del hotel y dejara una habitación libre.
Harry: ¡Seguramente! Pero ahora estás conmigo, todos lo que quieras se cumplirá.
Miriam: ¡Me siento como Pretty Woman!, Sin ser yo una mujer de compañía y tu un empresario forrado.
Harry y Miriam entraron como siempre por la puerta de atrás, Harry le explico que vaya donde vaya siempre tiene que evitar la prensa y que antes de acudir a los sitios él y Mcfly pide entrar por la otra puerta.
Harry: No es por los fans, ¡Es por la mierda de la prensa!
Cuando llegaron a la última planta Harry tapo los ojos a Miriam y abrió la puerta, Le indicó que entrara y que abriera los ojos. A su alrededor Miriam veía una lujosísima habitación de hotel con flores por todas partes, y un ventanal enorme desde el que se veía a lo lejos la ya famosa noria de Londres.
Miriam: Claveles.
Harry: Un pajarito me dijo que te gustaban.
Harry había llamado a Sonia días atrás para preguntarle los gustos de Miriam y pedirle que le preparara una encerrona, como la cena de antes, para llevarla hasta el Hotel.
Miriam:…"Sonia"…Harry, esto es demasiado romántico y… 
Harry interrumpió a Miriam.
Harry: ¡Ya sé que no eres nada romántica! Pero rompe con tu principio por un día no… y déjate llevar.
Miriam asintió con la cabeza y Harry la introdujo en la habitación, cerró la puerta y puso música.


Harry: No se español pero…otro pajarito me ha dicho que esta es tu canción favorita.- en el reproductor de música sonó "cuando los ángeles lloran" de Mana.
Miriam: Pues dice cosas muy bonitas.
Harry: Tan bonitas como tú no creo.
Miriam: Cuando me dices estas cosas no sé qué decir.
Harry: Pues no digas nada.
Harry agarró a Miriam por la cintura y comenzaron a besarse acercándose lentamente a la fabulosa cama de la habitación más fabulosa que había en el fabuloso hotel. Harry se acercó un momento al ventanal para cerrar las persianas, mientras Miriam se quitaba parte de la ropa, al girarse vio a una tímida chica en ropa interior que solo tapaban sus blancos brazos. Harry se quitó las botas y el pantalón seguido de la camisa sin tirantes que llevaba y se acercó a ella para abrazarla con su fuerte torso.
Harry: ¡Vaya! Parece que a alguien se le ha despertado la timidez de repente.
Miriam: Veras, es que mi cuerpo tiene mucho que esconder.
Harry: No digas bobadas, saca el pudor y vuélvete loca.
Miriam: ya lo estoy.
Harry: Pues más.
Estás no serían las últimas palabras pronunciadas por Harry en toda la noche, aunque el resto solo fueron caricias besos en la cama y sonrisas cómplices. Cuando Miriam se tumbó en la cama ya no llevaba ropa interior al igual que Harry y por fin sus cuerpos se entrelazaron, los besos entraron en segundo plano y dejaron pasa al amor. Harry pudo contar todos los lunares que recorrían el cuerpo de su ya "más que amigos" Miriam. Cuando pasaron las horas y los polvos, Harry estaba dormido y Miriam salió de la cama para ir al baño allí se metió en la ducha donde una mano inoportuna le toco el pecho, era Harry que no estaba dormido.
Harry: Pensabas que te ibas a librar de mi tan fácilmente.
Miriam: Me has asustado, pensé que esto se iba a convertir en una película de Alfred Hithcock.
Harry: Te voy a matar, pero a besos.
La noche finalizó con una intensa ducha, a la mañana siguiente alguien salto encima de la cama.
Harry: ¡Buenos días! Como a dormido la chica de los bucles castaños.
Miriam: Pues la chica de los bucles no lo sé, pero la del pelo palomita muy bien.
Harry: estas guapísima aunque no lo creas, mira nos han traído el desayuno, leche, tostadas, huevos, beicon…y algo envuelto que será…
Miriam abrió un envoltorio cuadrado, arranco el papel de regalo y vio el Cd de Los Beatles.
Miriam: ¡el que vimos en la tienda!
Harry: quiero que se convierta en el primero de muchos regalos y que a partir de ahora tú y yo seamos más que un rollete…escúchalo y este será nuestro disco. 

Harry y Miriam terminaron el desayuno y llamaron a un taxi, para que cada uno volviera a su hogar. Bajaron por el ascensor y Harry pago la cuenta , cuando llegó el taxi Miriam y Harry se regalando besos el uno al otro y al traspasar la puerta principal un profundo beso resumió los anteriores, los dos montaron en el taxi y salieron del hotel, pero no sin que un paparazzi tomara una imagen del momento.