lunes, 13 de diciembre de 2010

Capitulo 22


La mañana siguiente transcurrió con relativa normalidad, y digo relativa porque era la primera vez que Sonia y Vir se habían peleado desde que se conocían. La tensión era evidente, y no solo entre ambas, sino también con Nerea y Miriam que no sabían cómo manejar la situación.
Cuando regresaron de la universidad calentaron la comida que Vir había preparado la noche anterior y se sentaron a la mesa. Se produjo un silencio bastante incómodo hasta que Nerea intentó romper el hielo:
Nerea: Chicas, ¿qué os parece si esta tarde...?
Sonia: No me apetece.
Nerea: ¡Pero si no sabes lo que iba a decir!
Sonia: Me da igual, no quiero ir a ningún sitio.
Vir: Bueno, ¡ya basta, Sonia! Vale que estés enfadada conmigo pero Nerea y Miriam no tienen la culpa.
Sonia: No, es verdad. Tú eres la que tiene la culpa de todo. Todo iba genial hasta que entraste por esa puerta. ¡Ojalá no hubieses venido nunca!
Dicho esto, Sonia se levantó de la mesa y se encerró en su habitación.
Virginia no sabía que decir, al igual que Nerea y Miriam. Nunca habían visto así a su amiga.
Virginia se levantó de la mesa y anunció a sus amigas:
Vir: Voy a dar una vuelta chicas. Necesito un poco de aire.
Nerea: Espera, te acompaño.
Vir: No, gracias. Prefiero estar sola.
Nerea: Pero...
Vir cogió su chaqueta y su bolso y salió, dejando a Nerea con la palabra en la boca.
Un piso más arriba, Sonia estaba tumbada sobre la cama llorando como una magdalena. En ese momento Miriam y Nerea entraron en la habitación y se sentaron junto a ella. La primera en hablar fue Nerea:
Nerea: Sonia, ¿estás bien?
Ésta no contestó, se limitó a girarse sobre la cama y mirar a la pared. Miriam fue quien habló esta vez:
Miriam: Sonia, no podemos estar así siempre. Se suponía que esta experiencia iba a ser una de las mejores de nuestras vidas, y todo se está yendo a la mierda por una tontería.
Nerea: Miriam tiene razón. Además, tienes que reconocer que te has pasado con Vir. Lo que le has dicho es muy fuerte.
Sonia: ¿Y qué crees?, ¿qué no lo se? Se que no debería haber dicho eso, pero ya no podía más. He estado acumulando mucha rabia y en algún momento tenía que salir.
Miriam: Cariño, sabemos que lo estás pasando mal, pero también Vir está sufriendo.
Nerea: Venga, anda, levántate de la cama y vamos al salón que Vir estará a punto de llegar.
Sonia: ¿Y?
Miriam: Pues que cuando llegue os vais a sentar las dos y vais a hablar como dos personas adultas y civilizadas que sois.
Nerea: Bueno, civilizadas, lo que se dice civilizadas, no mucho. XD
Las tres amigas bajaron al salón mientras se reían de la ocurrencia de la rubia.
Mientras, en casa de los chicos, Tom y Harry preparaban la comida para los cuatro, Dougie leía con mala cara el último mensaje que le había enviado Frankie y Danny estaba arriba, tirado en su cama, mirando las musarañas.
En ese momento sonó el timbre. Dougie fue a abrir y se quedó muy extrañado cuando vio quién acababa de llegar: Vir estaba en la puerta con una cara de funeral que no podía con ella. Tom se asomó desde la cocina. Cuando vio la cara de Vir la hizo pasar inmediatamente y la abrazó. Ésta no pudo seguir reprimiéndose y empezó a llorar en sus brazos. Tom la apartó un poco para secarle las lágrimas.
Tom: ¿Qué ha pasado?
Vir: No, no es nada... ¿Dónde está Danny? Tengo que hablar con él.
Tom: Está arriba, en su habitación. La primera puerta a la derecha.
Vir: Gracias.
Tom: ¿Quieres que te acompañe? Mira que a Danny a veces le cuesta pillar las cosas.
Vir: No, gracias. Lo que le tengo que decir es muy fácil de entender.
Danny estaba quedándose dormido cuando llamaron a la puerta.
Danny: ¿Ya está la comida, Tom?
En ese momento, Vir abrió la puerta y entró en la habitación.
Danny: Ho-hola. ¿Qué haces aquí?
Se le notaba un tanto incómodo después de todo el lío que se había montado.
Vir: Tenía que hablar contigo. Necesito que se aclare todo este tema cuanto antes.
Danny: Sí, la verdad es que se ha armado una buena. Y todavía no entiendo muy bien por qué.
Vir: Pues tenía razón Tom...¡tú no te enteras de nada! Vamos a ver, la cosa es muy sencilla. Tú le gustas a Sonia, Sonia es mi amiga, tú has intentado besarme y ahora Sonia no me habla por tu culpa. Yo no puedo seguir así con ella y a mí no me quiere escuchar. Quizás si tu hablaras con ella...
Danny: ¿Yo?
Vir: No, ¡mi padre!
Danny: Vale, vale, lo intentaré, pero no se cómo saldrá.
Vir: Gracias.
Cuando Virginia se disponía a salir de la habitación:
Danny: ¡Ah!, y... lo siento.
Vir: No pasa nada. Pero la próxima vez piensa un poquito con la cabeza y no con la entrepierna, porque la has liao parda, macho.
Ya abajo Vir se despidió de Dougie y Harry, que estaban en el salón y se dirigió a la cocina para hacer lo mismo con Tom.
Vir: Bueno, ya está.
Tom: ¿Ya se ha solucionado?
Vir: No del todo, pero yo ya he dado el primer paso. Ahora solo queda esperar.
Tom: ¿Estás mejor?
Vir: Sí, la verdad es que me he quitado un peso de encima.
Tom: Me alegro.
Tom sonrió y su hoyuelito salió a relucir. Virgina se quedó pasmada mirándolo sin ni siquiera pestañear. Tom paseó su mano de un lado a otro por delante de la cara de Vir para llamar su atención ( ¡como si no la estuviera llamando ya bastante! ) y ésta reaccionó:
Vir: Eh... per-perdón. Me he quedado empanada. Haha. Bueno, me voy que llevo ya mucho tiempo fuera de casa y éstas estarán preocupadas.
Tom: Espera, que te llevo.
Vir: No, no, por Dios. Si ni siquiera has comido todavía.
Tom: ¡Y qué más da! Si porque coma media hora más tarde no me va a pasar nada.
Vir: Bueno, de acuerdo. Pero te debo un favor.
Los dos salieron de casa de los chicos y se montaron en el coche de Tom. Por el camino fueron hablando de miles de cosas. Es una pena que se tardara tan poco en ir de una casa a otra porque estaban muy entretenidos. Tom aparcó delante de la casa de las chicas.
Vir: Bueno, pues muchas gracias por traerme.
Tom: De nada, mujer. Para eso estamos.
Tom sonrió mostrando de nuevo su hoyuelo. Esta vez Vir prefirió desviar la mirada en lugar de empanarse otra vez, por lo de no hacer el ridículo y tal.
Tom: Esta tarde podríamos ir a algún sitio.
Vir: ¡Sí, claro! Se lo diré a las chicas.
Tom: Bueno, yo me refería a... Bueno, nada, luego hablamos.
Vir: Vale, luego te llamo con lo que sea.
Tom: OK. Dale recuerdos a las chicas de mi parte, sobre todo a Sonia, que tiene que estar hecha polvo.
Vir: Si, la verdad es que sí. Bueno, hasta luego.
Vir se despidió con una sonrisa antes de bajarse del coche. Tom la observó mientras se alejaba antes de arrancar el coche y volver a casa.

2 comentarios:

  1. Oye, hablando que eres de Salamanca y eso
    ¿tienes twitter?

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  2. hola! yo soy una de las chicas k escribe (somos varias) agregame a mi mctuenti si kieres hahaha , es: sandra mcfly

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