miércoles, 12 de enero de 2011

Capitulo 40

Cuando llegaron al restaurante decidieron ocupar una de las mesas del fondo para tener más intimidad. En cuanto se sentaron, colocados por parejas, el camarero se acercó para preguntarles que iban a tomar.
Harry: ¡Burritos, fajitas, tortillas! ¡De todo un poco!
Danny: ¡Y no te olvides del tequila!
Vir: No, tequila no, por favor. ¡Qué asco! Para mí agua.
Sonia: Y para mí también. Yo no se como podéis tener ganas de beber después de lo de anoche. A mí aún me dura la resaca.
Todos se rieron con Sonia, y siguieron charlando y bromeando hasta que llegó la comida.
Nerea: ¡Ostras! Como pica esto!
Tom: Haha. Es comida mexicana. ¿A qué esperabas que supiera? ¿A fresa?
Nerea: No, pero no esperaba que picase tanto.
Todos: Hahaha.
Continuaron charlando mientras cenaban.
Tom: ¡Ah!, por cierto. Me he enterado que el fin de semana que viene se celebra en Irlanda una convención de Star Wars. ¿Quién se apunta?
Nerea, Sonia y Dougie levantaron la mano a la velocidad de la luz.
Tom: ¿Tú no quieres venir, cariño?
Vir: ¿Yo? ¿Star Wars? ¡Vamos, no me mates!
Tom: Pero a mí me hacía ilusión que vinieras. Quiero que hagamos cosas juntos.
Vir: ¿Y te parece poco las que hacemos? - preguntó subiendo y bajando las cejas.- Haha. No, ahora en serio. Tú ya sabes que a mí esas cosas no me van. Pero ya iremos a más sitios juntos.
Sonia: ¿Y tú, Danny? ¿No quieres venir?
Danny: ¿Yo? ¡Ni hablar! Además tengo entradas para el Arsenal - Manchester United del sábado. Pensé que querrías venir conmigo...
Sonia: Pero si a mí sabes que no me gusta el fútbol.
Vir: ¿He oído Arsenal?
Danny: Si. El sábado juega contra el Manchester y, por supuesto, voy a ir a verlo.
Vir: ¡Qué suerte! El Arsenal es mi tercer equipo, después del Salamanca y del Barça.
Sonia: Pues mira, ya tienes quien te acompañe al partido.
Danny: Ah, pues sí. ¿Quieres venir conmigo?
Vir: ¡Claro! Voy a ver a Cesc Fábregas. No me lo puedo creer.
Siguieron cenando mientras Nerea, Sonia, Tom y Dougie hablaban de Star Wars y Danny, Harry y Vir de fútbol. Mientras, Miriam le daba vueltas al tema del trabajo.
Estaban todos en ese clima de buen rollo hasta que apareció. Dougie casi se atraganta con el tequila.
Dougie: No puede ser. Otra vez no.
Nerea: ¿Qué pasa?
Nerea siguió la mirada de Dougie y vio a la lagarta de Frankie acercarse. Los demás también la habían visto. Vir intentó calmar a Nerea:
Vir: Nerea, pasa de ella. Diga lo que diga, no entres en su juego.
Miriam: ¡Qué coño! ¡Pártele la cara!
Frankie: ¡Hombre, mira a quién tenemos aquí! La panda del moco: feos y pocos.
Nerea: ¡Hombre, mira a quién tenemos aquí! La zorra más grande de Inglaterra.
Frankie: ¿Qué has dicho? Al menos yo soy una mujer hecha y derecha y no una niñata, como tú.
Nerea: ¡Ea! Ya me has calentao.- dijo en español.
Se levantó, agarró el vaso de agua de Vir, que estaba sentada a su lado y le tiró toda el agua a Frankie. Ésta miró a su alrededor y vio que todo el restaurante se estaba riendo de ella, y eso no lo podía permitir. Se acercó a Nerea y la agarró de los pelos. Ésta hizo lo mismo con ella, y ambas cayeron al suelo, donde empezaron a darse bofetones mutuamente. Todo el grupo fue enseguida a separarlos. Cuando lo consiguieron, Dougie se enfrentó a su ex.
Dougie: Me tienes harto, Frankie. Estoy hasta las narices de que siempre tengas que montar el numerito. ¡Ya basta! Ahora yo estoy con Nerea y estamos genial. Y si no te gusta, te aguantas. Anda, vete a buscarte un nuevo novio que te de mucho dinerito, que eso es lo que te gusta a ti, y no vuelvas a aparecer delante de mi vista.
Vir: ¡Zás! En toda la boca. Haha.
Frankie se giró mirando a la morena, furiosa. Vir se le encaró.
Vir: ¿Qué pasa? ¿Qué quieres llevarte otra?
Frankie se acercó a ella dispuesta a contestarle con un bofetón, pero Tom se interpuso en su camino.
Tom: ¡Ni te atrevas! Y vete de aquí si no quieres tener más problemas.
Frankie no pudo añadir nada más. Estaba furiosa. Giró sobre sí misma y salió del restaurante lo más rápido que pudo. Todos miraron a Nerea.
Nerea: ¿Qué? Ya me tenía harta.
Dougie: Tranquila, cariño. Seguro que no nos vuelve a molestar.
Nerea: Me ha encantado lo que le has dicho. La has dejado cenada. Haha.
Harry: Hablando de cenar... ¿Todos habéis terminado?
Todos asintieron.
Miriam: Pues vámonos, que la gente nos está mirando alucinada.
Cuando salieron no se lo podían creer. ¡Estaba nevando!
Tom: ¡Que guay! ¡La primera nevada del invierno!
Sonia: Esperemos que cuaje, porque Londres nevado tiene que estar precioso.
Miriam: Si cuaja, mañana vamos a jugar con los trineos.
Todos: ¡Sí!
Después de quedar para el día siguiente, se separaron. Danny y Sonia y Dougie y Nerea fueron a casa de los chicos, Miriam y Harry, a casa de las chicas y Tom y Vir a casa de él. En todas las casas y con todas las parejas pasó lo mismo, que se dieron mucho amor. Después de ello, en cada casa había una conversación diferente:
En casa de los chicos:
Danny: ¡Dios! Creo que estoy empezando a sufrir el síndrome post-Sonia. Hahaha.
Sonia: ¡Qué bobo eres!
Danny: Ya, pero por eso me quieres.
Sonia: Por eso y por muchas otras cosas.
Danny: Entre ellas está...
Y la besó en el cuello haciendo que Sonia sintiera un escalofrío.
Nerea: Ay, como quiero a mi lagarto y a su lagartijilla.
Dougie: Ay, como quiero yo a mi guerrera. Menuda le has metido a Frankie.
Nerea: ¡Verás como ya no vuelve!
Dougie: Eso espero- dijo abrazándola.
En casa de las chicas:
Miriam notaba que Harry estaba distante. Le abrazó.
Miriam: ¿Qué le pasa a mi amor?
Harry: Nada.
Miriam: Ya... todavía estás dándole vueltas a lo de esta mañana, ¿no?
Harry: Es que todavía no me has dicho a dónde has ido.
Miriam: Pensé que ya se había zanjado el asunto.
Harry: Pues no.
Miriam: No te lo puedo decir todavía, Harry.
Harry: Muy bien.
Se giró, se tapó con la manta y no volvió a decir nada. Miriam no pudo dormir en toda la noche. No sabía que hacer.
En el casoplón de Tom:
Tom se quitó de encima de Vir.
Vir: ¡Buff! Cada vez es mejor.
Tom: Y cada vez te quiero más
.
La besó con ternura y se dirigió al baño. Se deshizo del preservativo y cuando lo iba a tirar casi le da un infarto: ¡Estaba roto! Seguramente estaba roto mientras lo hacían. Tom no se lo podía creer. ¿Y sí...? no, no, seguramente no habría pasado nada. Muchas veces no pasa nada. Salió del baño, se puso unos bóxers y se acostó junto a Vir, que ya se había quedado dormida. Se quedó mirándola un rato. La vio así, tan joven, tan inocente. Deseó que no se hubiese quedado embarazada. A él le encantaría tener hijos con ella, pero no ahora. Ella sólo tenía 18 años, acababa de empezar la Universidad y tenía mucho por delante. La besó en la frente, la abrazó y se quedó dormido junto a ella.
Al día siguiente, cuando se levantaron, había por lo menos medio metro de nieve, así que cogieron los trineos y fueron a casa de Tom. Cuando se reunieron los ocho se dirigieron a un monte cercano a la casa dispuestos a pasar una mañana divertidísima.
Los primeros en deslizarse fueron Dougie y Nerea, que compartieron trineo.
Después Vir se montó en otro y y llamó a Sonia para que se montara con ella.
Vir: ¡Sonia! ¡Sube! Danny, tú móntate con Tom en otro. Vamos a hacer una carrera.
Sonia: ¡Genial!
Tom: Cariño, creo que es mejor que no montes.
Vir lo miró con cara extrañada.
Vir: ¿Por qué?
Tom: Porque... eh... te puedes hacer daño.
Vir: Gracias por recordarme que soy una patosa.
Sonia: Ni caso. Lo que pasa es que tiene miedo, porque como vamos sobrás.
Las dos amigas se rieron mientras empezaban a deslizarse con el trineo.
Danny: ¡Eh! No se vale- dijo mientras se subía rápidamente en el trineo.- ¡Vamos Tom!
Éste hizo caso a su amigo y ambos empezaron a bajar. Evidentemente, Sonia y Vir fueron las vencedoras. Sólo faltaban por bajar Harry y Miriam.
Harry: ¿Vamos?
Miriam: Espera. Quiero hablar contigo.
Se acercó y le agarró las manos.
Miriam: No quiero que estés preocupado. Es cierto que te estoy ocultando algo, pero es que es una sorpresa. Hasta el jueves no te lo puedo contar. ¿Vale?
Harry: Vale... pero dame un beso.
Miriam: Eso está hecho.
Le plantó un morreo, y después se montaron en el trineo y se deslizaron.
Cuando se reunieron todos debajo decidieron irse a comer a casa de Tom y después fueron a buscar a todos los perros de la pandilla para que ellos también disfrutaran de la nieve. Y así acabó el día, cada uno durmiendo en su casita y deseando que llegara el domingo para volver a reunirse.

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