lunes, 3 de enero de 2011

Capitulo 34

La noche de Tom y Virginia.
Tom y Virginia seguían a lo suyo, abrazados y comiéndose a besos en ese banco del parque.
Vir: Oye, ¿no deberíamos ir a otro sitio?
Tom: Espera, vamos a quedarnos otro ratito aquí.
Vir: No, venga, para.
En ese momento pasó por delante de ellos una mujer mayor que se iba apoyando en un bastón. Al oír a Virginia pensó que Tom estaba molestándola. Se acercó y empezó a golpear a Tom con el bastón.
Vieja: ¡Sin vergüenza! ¡Que te ha dicho que no quiere! ¡Pervertido!
Tom: Pero, señora... ¡Que no es lo que parece!
Vieja: ¿Qué no es lo que parece? ¡Te voy a enseñar yo a respetar a las mujeres!
Tom salió corriendo intentando escapar de la mujer, que lo perseguía con el bastón, mientras Virginia no podía parar de reírse al ver tan cómica escena.
Tom: ¡Pero deja de reírte y dile que pare!
Cuando Vir pudo dejar de reírse se levantó e intentó parar a la señora.
Vir: Tranquila, señora. Que no me estaba haciendo nada. ¡Que es mi novio!
Vieja: Ay, hijo, perdona. Es que me había parecido otra cosa. ¿Te he hecho daño?
Tom: Nooo, mujer. No se preocupe -respondió Tom, intentando ser amable a pesar de todo.
Vir: Bueno, señora, puede irse tranquila, que ya lo controlo yo. Haha
Vieja: Bueno, hija, lo siento. Anda, disfrutad ahora que sois jóvenes que cuando os queráis dar cuenta estáis como yo.
La mujer se marchó, todavía avergonzada. Vir vio que Tom se quejaba mucho de la espalda.
Vir: ¿Te duele mucho?
Tom: Jobar, ya te digo. Yo no se para que llevaba bastón, ¿has visto como corría?
Vir: Haha, si. Anda, vamos a mi casa que te doy un masajito.
Tom: No, mejor vamos a mi casa que en la tuya están Danny y Sonia.
Vir: Y en la tuya Harry y Miriam.
Tom: No, me refiero a mi casa propia. Te recuerdo que ahora estamos viviendo juntos por lo del disco, pero cada uno tenemos nuestra casa.
Vir: Ah, claro. Vamos.
Cuando llegaron a casa de Tom, éste todavía iba andando un poco encorvado por la tunda que le había dado la mujer.
Vir: Pero, ¿tanto te duele?
Tom: Me duele un montón.
Vir: Pues yo creo que sería mejor que fuésemos a Urgencias.
Tom: No, no. Yo creo que con el masaje que me ibas a dar se me pasa.
Vir: Bueno, pues... quítate la camisa y túmbate en el sofá.
Tom. No, mejor vamos a la cama. Ahí estaremos más cómodos.
La agarró de la mano y la condujo a la segunda planta, donde se encontraba su habitación. Al entrar en el dormitorio, lo primero en lo que se fijó Vir fue en la montaña de peluches que tenía Tom encima de un sofá.
Vir: ¡Madre! ¡Cuántos peluches! ¡Qué mono eres!
Tom: Haha. ¿Te gusta alguno en especial?
Virginia se puso a mirar todos los peluches y el que más le gustó fue uno de Bob Esponja.
Vir: ¡Éste mola! -dijo mostrándoselo a Tom.
Tom: Pues para ti. Te lo regalo.
Vir: ¡Ay! Muchas gracias. Verás cuando lo vea Sonia. Haha.
Virginia se quitó el abrigo, lo dejó en el sofá junto a Bob Esponja y empezó a caminar por la habitación.
Vir: ¡Qué pasada de casa!
Tom: Haha. ¿Te imaginas a ti y a mí viviendo los dos aquí juntitos? Con mis gatos y tu perro, claro- dijo abrazando a Vir.
Vir: Ojalá pudiera quedarme aquí, pero se supone que en Junio tengo que volver a España.
A Tom le cambió la cara al oír esto.
Tom: No me lo recuerdes. ¿Qué vamos a hacer?
Vir: No lo se. Pero ahora no es momento de pensar en eso.
Tom: Tienes razón. Vamos a aprovechar ahora que estamos juntos.
Virginia sonrió, aunque con cierta amargura por imaginarse el día que tuviera que volver, y abrazó fuerte a Tom. Unos segundos después se separó y decidió poner música en el equipo de la habitación. Estuvo rebuscando entre los discos de Tom y la verdad es que no le gustaba mucho lo que había, así que acabó poniendo McFly, como siempre (desde que los había escuchado por primera vez hace más o menos un mes no escuchaba otra cosa). Concretamente puso Wonderland, su álbum favorito y empezó a pasar las canciones hasta que llegó a Too close for comfort.
Vir: Me encanta esta canción.
Tom: Y a mí me encantas tú -dijo, agarrándola por la cintura.
Los dos empezaron a bailar abrazados.
Vir: Tienes una voz tan dulce. Sobre todo en estas canciones lentas.
Tom: Pues en directo es mejor.
Y empezó a cantarle la canción al oído a la vez que sonaba en el equipo. Cuando llegó la parte de Danny, dejó de cantar.
Tom: Esta parte ya no la canto yo -así que empezó a besarla.
Vir: ¿Ya no te duele la espalda?
Tom: Pues... ahora que lo dices... sí. Buf... ¡qué dolor! Dame el masaje, por favor.
Vir: Tienes más cuento... Haha. Vale, venga, que te lo doy.
Tom se quitó la camisa de cuadros que llevaba y se tumbó boca abajo en la cama esperando a Vir. Ella se había empezado a poner nerviosa y no se atrevía a acercarse.
Tom: ¡Vamos! Mi espalda te llama. Haha
Vir: Si... ahora mismo... Espera, que voy a cambiar de disco.
Esto era, en realidad, una excusa para ganar tiempo, ya que Virginia estaba supernerviosa. Esta vez puso Above the noise, que aunque todavía quedaban unos días para que saliera al mercado, los chicos ya tenían una copia del definitivo.
Entonces se empezó a acercar a la cama. Se sentó al lado de Tom y empezó con el masaje.
Tom: ¿No crees que me lo darías mejor si te sentaras encima de mí?
Vir: ¿Eh? No, no. ¿Qué quieres? ¿Qué te aplaste?
Tom: Anda, venga. No seas tonta.
Virgina le hizo caso. Se quitó los zapatos y se sentó encima del culo de Tom. Entonces le pudo dar bien el masaje.
Tom: ¡Madre mía! ¡Qué manos tienes!
Vir: Haha. ¡No te quedes dormido!
Tom: ¿Por qué no quieres que me quede dormido?- pregunto con cara picarona.
Vir: Porque lo estamos pasado muy bien... Bueno, ya está- dijo Vir quitándose de encima de Tom y sentándose a su lado.- ¿A que ya no te duele la espalda?
Tom: La verdad es que no- dijo incorporándose para sentarse junto a ella.- Se te da muy bien dar masajes.
Tom acarició la cara de Vir y la besó suavemente en los labios. Poco a poco se fueron tumbando en la cama, quedando Tom sobre Vir. Tom continuó besándola, esta vez por el cuello, mientras empezaba a desabrocharle la camisa. Cuando solo llevaba dos botones, Vir lo detuvo.
Vir: No, no. Para.
Tom: ¿Qué pasa?
Vir: Es que... me da mucha vergüenza que me veas desnuda.
Tom: ¿Por qué?
Vir: Porque estoy gorda.
Tom: ¡Bueno! ¿Qué dices? Pero, ¿tú has visto cómo estaba yo antes?
Vir: Antes... pero mira como estás ahora.
Tom: Vir, a mí me gustas así. Olvídate de esas tonterías.
Vir: Es que... estoy muy nerviosa.
Tom: ¿Quieres que lo dejemos? Yo estoy dispuesto a esperarte lo que haga falta.
Vir: No, si me apetece mucho... pero... no sé...
Tom: Mira, yo no voy a hacer nada que tú no quieras. Relájate y déjate llevar.
Vir: OK. Pero apaga la luz, por favor.
Tom la apagó y volvió de nuevo a besarla. Continuó desabrochándole la camisa hasta que se la quitó, mientras Vir acariciaba su espalda. A todo esto, en el equipo de música sonaba en ese momento Shine a light. La música continuó avanzando y con ella todo lo demás. En el momento más importante sonaba I'll be your man, (¡Qué oportuno!), precisamente una de las canciones que más le gustaban a Vir desde el día que se la cantó Tom. El amor continuó al son de la música de Above the noise. Cuando terminaron sonaba Foolish.
Vir: ¡Qué canción más bonita!
Tom: Haha. Te gustan todas las lentas.
Vir: Si, es que soy una romántica. No lo puedo evitar.
Tom: Te quiero.
Vir: Yo a ti también.
Cuando acabó el disco, Tom se tumbó boca arriba al lado de Vir y ella apoyó la cabeza sobre su pecho. Mientras Tom jugueteaba con los rizos de Vir, ella recorría con la yema de sus dedos la estrella del pecho de Tom.
Vir: Me encanta tu tatu.
Tom: Y a mí tu pelo
.
Así, abrazados, se fueron quedando dormidos.
A la mañana siguiente, cuando Virginia se despertó, vio que Tom no estaba en la cama. Lo llamó pero al ver que no obtenía ninguna respuesta decidió bajar a buscarlo. Se puso los calcetines y la camisa de Tom y bajó. Cuando entró en la cocina lo vio preparando el desayuno. Llevaba puesto un pantalón gris de chándal y su camiseta de tirantes de Superman. ¡Estaba tan mono! Virginia se acercó y lo abrazó por la cintura mientras le daba un beso en la espalda. Él se giró y la besó en los labios.
Tom: ¿Qué tal ha dormido mi princesa?
Vir: Genial. ¿Y tú?
Tom: Muy bien, también. ¿Qué quieres desayunar? Como no sabía que te gustaba he preparado gofres, tostadas, huevos, bacon, revuelto, salchichas, zumo, café...También hay fruta, cereales, galletas...
Vir: Para, para, que estoy engordando sólo de oírte. Haha. Creo que voy a comer huevos con bacon y un poco de zumo.
Tom: Vale, pues yo también
.
Se sentaron a desayunar en la mesa de la cocina. Mientras desayunaban hacían bromas, se reían, se besaban... Cuando terminaron lo recogieron todo entre los dos y Vir subió a ducharse. Cuando lo estaba haciendo, Tom abrió la ducha y se metió en ella.
Vir: ¡Tom! ¿Qué haces?
Tom: Es que yo también me tengo que duchar, y así ahorramos agua.
Se empezaron a besar bajo el agua y al final, lo que menos hicieron fue ducharse.
Cuando salieron, se vistieron. Vir cogió le peluche de Bob Esponja que le había regalado su chico y le pidió que la llevara a casa. Estaba deseando contarle a las chicas su noche, y que ellas le contaran la suya.

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